Guerra y Corcuera reiteran la voluntad del Gobierno de que los etarras cumplan íntegramente sus condenas

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el ministro del Interior, José Luis Corcuera, afirmaron ayer en Sevilla y en Sabadell, respectivamente, que el Gobierno no modificará su estrategia contra el terrorismo y que tiene la voluntad de que los condenados por delitos de sangre o narcotráfico cumplan sus condenas íntegramente.

Corcuera, quien asistió en Sabadell al sepelio de los seis policías muertos al explotar un coche-bomba, advirtió que carecía de valor cualquier información sobre la reinserción que no procediera del Gobierno, en alusión a las recientes declaraciones hechas en Bilbao por el director general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, referentes a la posibilidad de que los etarras con delitos de sangre se reinserten.Corcuera repitió en tres ocasiones que el Gobierno considera conveniente modificar la legislación para que los condenados por delitos de terrorismo o narcotráfico cumplan íntegramente la pena: "Los ministros de Justicia e Interior acordaron hace meses que ésa era la política más conveniente y no hemos modificado nuestros planteamientos".

Mientras, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dijo ayer en Sevilla, en su intervención en la clausura del sexto congreso del PSOE de Andalucía, que el Gobierno está realizando una "política clara" en materia antiterrorista, basada, entre otros aspectos, en la reinserción social de los terroristas "que no hayan cometido delitos de sangre; esto debe quedar claro", subrayó, según informa Lourdes Lucio.

Convencimiento de Interior

Corcuera reiteró que el atentado de Sabadell no modificará la estrategia del Gobierno para combatir el terrorismo: "Desde la más profunda indignación y serenidad aseguro que no se cambiará la política del Gobierno". "Y si el que les está hablando cae en un atentado", continuó, "el que venga detrás dirá lo mismo". Fuentes gubernativas expresaron ayer en Barcelona su convencimiento de que Joan Carles Monteagudo, ex militante de Terra Lliure, y Juan Félix Erezuma fueron los autores de la colocación del coche-bomba -probablemente cargado con unos 30 kilos de amonal-, al margen de si ETA había conseguido reconstruir o no la infraestructura del comando Barcelona, desarticulado en septiembre de 1987.

Las mismas fuentes afirmaron que existían reservas para confirmar la reestructuración del comando Barcelona, dado que consideran que tanto Monteagudo como Erezuma, supuestos autores del atentado cometido el 23 de noviembre contra una casa cuartel de la Guardia Civil en Sant Carles de la Rápita (Tarragona) que no cáusó víctimas, pueden formar parte de un comando itinerante. Corcuera se limitó a afirmar al respecto: "Estos dos atentados nos confirman que tenemos un comando o que hay terroristas en Cataluña".

El ministro agregó que todo el mundo es consciente de que los Juegos Olímpicos y la Expo de Sevilla son objetivos terroristas, y reiteró que aunque se refuerce la seguridad, existen en Cataluña "muchas esquinas, como la de Sabadell, para perpetrar atentados". Corcuera pidió un "cerco informativo" contra los que legitiman la violencia y dedicó finalmente una frase categórica a quienes "idealizan" el terrorismo considerando a los etarras como gudaris (soldados vascos): "Si los gudaris de verdad levantaran la cabeza se morirían de vergüenza. Porque si éstos [los etarras] son gudaris, son gudaris de mierda"

[Unas 11.000 personas, según la coordinadora Gesto por la Paz, participaron ayer en las concentraciones silenciosas convocadas en el País Vasco para expresar su repulsa por el atentado, informa Efe].