Sadam Husein acepta la oferta de diálogo de Bush

El presidente iraquí, Sadam Husein, aceptó ayer la propuesta de su homólogo norteamericano, George Bush, de enviar al secretario de Estado, James Baker, a Irak e invitar a Estados Unidos al ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarik Aziz, para una entrevista personal en la Casa Blanca. Las ansiadas negociaciones directas entre Washington y Bagdad ya están en camino. En Oriente Próximo se respira un cierto grado de optimismo después de cuatro meses de tensión y de aguardar el estallido de una guerra, que cuantos más días pasan más peligrosa se presenta.

"Irak acepta entablar un diálogo serio y profundo y no los encuentros formales que, de cara al pueblo y al Congreso norteamericanos, pretende el presidente George Bush", señala el comunicado hecho público por el Consejo del Mando de la Revolució, el principal órgano de poder en Irak. El tono del comunicado es duro, pero, detrás de la retórica de llamar a Bush "enemigo de Dios", se vislumbra el frenético deseo de Bagdad de salir de la crisis sin guerra y con la cabeza alta.No se menciona en ningún momento la retirada de Kuwait y, por el contrario, se destaca que en "cualquier diálogo serio tiene que estar presente la cues tión de Palestina y de otras zona árabes ocupadas". La iniciativa del 12 de agosto de Sadam Husein liga todos los conflictos del mundo árabe y exige una solución global a la inestabilidad de Oriente Próximo. Estados Unidos y la mayoría de los países occidentales rechazan esa vinculación.

El comunicado iraquí señala que la oferta norteamericana ha sido realizada de forma "peculiar" y es "poco clara". La sorpresiva decisión de Bush fue expresada durante un mensaje televisado a la nación el pasado viernes, en el que indicó que el viaje de Baker a Bagdad "no sería un viaje de concesiones" sino que era "caminar una milla extra por la paz".

Clarificaciones

Sadam destaca que, a pesar de que no se le ha comunicado por los canales oficiales, "acepta la idea de las invitaciones y los encuentros". Destaca que el calendario y la agenda serán acordados por los departamentos correspondientes de ambos países, y pide que se le "clarifique" la sugerencia de Bush de que "un número de embajadores" asistirá a la reunión. "Si el lado norteamericano lo considera necesario Irak invitará entonces a los representantes de las naciones y de las partes que considere que están ligados a los conflictos de la región árabe", subraya el dirigente iraquí.

Casi 20 horas tardó Bagdad en dar una respuesta oficial a Bush. Los medios de comunicación del país habían silenciado hasta entonces las palabras del presidente estadounidense. Sólo el embajador de Irak en París, Abdul Razak al Hashimi, se aventuró el mismo viernes a calificar la invitación al diálogo directo de "paso muy importante".

Mientras las emisoras nacionales transmitían ayer a mediodía el comunicado del Consejo del Mando de la Revolución en que se daba a entender que el "arrogante presidente de Estados Unidos" había tenido que inclinarse y aceptar la mano tendida por Irak para encontrar una solución pacífica, miles de estudiantes y niños habían tomado las calles de las principales ciuda des iraquíes.

Las manifestaciones fueron organizadas por el gobernante partido Baaz para protestar contra la resolución de Naciones Unidas que permite el uso de la fuerza para expulsar a Irak de Kuwait, y para conmemorar el Día de los mártires, en recuerdo de los 300.000 iraquíes muertos en los ocho años de guerra con.tra Irán. En Bagdad unos 100.000 jóvenes recorrieron diversas calles, pero en contra de lo que se esperaba no se manifestaron ante la Embajada norteamericana.

Jordania, el único país que junto con Yemen se ha alineado con Irak, aunque exige la retirada de Kuwait, fue el primero en reaccionar a la oferta de Bush. El ministro de Exteriores, Marwan al Kasem, declaró: "Jordania considera que sólo se encontrará una solución a través del diálogo, y que ese diálogo evitará al mundo una trágica catástrofe".

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se dio prisa también en aplaudir la resolución de Washington y en hacer hincapié en que una resolución árabe es "la clave fundamental para resolver la crisis del Golfo y el conjunto de las crisis de la región".

Tanto el rey Hussein de Jordania, como el presidente de la OLP, Yasir Arafat, han tratado desde el primer día de la invasión de Kuwait de mediar en el conflicto y de lograr una solución pacífica.

Por otra parte, el diario gubernamental iraquí Al Jumhuriya informó ayer que siete personas fueron ahorcadas públicamente en Kuwait por haber robado a mano armada coches, lingotes de oro y otras pertenencias a los habitantes del antiguo emirato. Los ajusticiados perte necían a una banda que actuaba en complicidad con varios agentes policiales iraquíes. Algunas de lasvíctimas de los ladrones fueron invitadas a asistir a su ahorcamiento.

Desde la invasión y anexión de Kuwait, se han sucedido las denuncias de actos de pillaje cometidos por los iraquíes.