El Consejo de Seguridad lanza un ultimátum a Irak
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó anoche una resolución histórica, primera en los 45 años de vida de la organización mundial, autorizando el uso de la fuerza militar contra un Estado miembro, en este caso Irak, si las tropas de¡ régimen de Bagdad no se retiran de Kuwait antes del 15 de enero. El resultado de la votación, que supone una resonante victoria para el presidente George Bush, fue contundente: 12 votos a favor de la adopción del documento, dos en contra, Cuba y Yemen, y una abstención, China, país que renunció a su derecho de veto, allanando el camino a la resolución.
A la hora casi lorquiana de las cinco y 28 de la tarde, (23.38 hora española), el secretario de Estado norteamericano, James Baker, pidió a los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad que se pronunciaran sobre el texto de resolución presentado a su consideración.Dos minutos después, la resolución 678, undécima de las adoptadas por el alto organismo desde la invasión de Kuwait el pasado dos de agosto, quedaba aprobada con el resultado reflejado anteriormente.
La resolución autoriza a los estados miembros que cooperan con el Gobierno de Kuwait, a que, a menos que Irak cumpla totalmente las anteriores resoluciones de Naciones Unidas antes del 15 de enero de 1991, utilicen todos los medios necesarios para que se cumplan y se pongan en vigor la resolución 660 y subsiguientes del Consejo de Seguridad, con el fin de restablecer la paz y la seguridad internacionales en la zona".
La resolución, patrocinada por Estados Unidos, Canadá, Unión Soviética, Reino Unido, Francia y Rumania, incluye a petición de la URSS un párrafo en su parte dispositiva en el que, sin perjuicio de mantener la validez de todas las resoluciones anteriores, ofrece a Irak la posibilidad de retirarse pacíficamente antes de esa fecha. "El Consejo ... decide conceder a Irak una oportunidad final (para retirarse de Kuwait) como gesto de buena voluntad".
Baker, que presidió la sesión por corresponder a Estados Unidos la presidencia rotatoria mensual del organismo, abrió la reunión con una cita del negus Haile Selassie, cuando denunció la invasión de Abisinia en 1936 por las tropas fascistas de Benito Mussolini, y pidió infructuosamente la intervención de la Liga de Naciones para salvar a su país.
Una prueba de la historia
"La historia", dijo Baker, "nos ha dado una nueva oportunidad para construir el orden mundial basado en la paz y la justicia que soñaron los fundadores de esta organización". "El propósito de esta resolución es convencer a Sadam Husein (el presidente iraquí) de que no se puede hacer caso omiso de las demandas de las Naciones Unidas", añadió el secretario de Estado.
En una declaración similar hecha antes de la reunión del Consejo de Seguridad, el presidente de EE UU, George Bush, manifestó en Washington que la nueva resolución de la ONU perseguía el objetivo de demostrar a Sadam Husein que "el mundo está seriamente dispuesto a poner fin a la agresión". "Por mi parte, no pienso vacilar en lo más mínimo", añadió.
La adopción de esta resolución marca un hito en la historia de la ONU, por ser la primera vez que se autoriza específicamente el uso de la fuerza contra un Estado miembro. El único precedente de una resolución similar se produjo en 1950, cuando el Consejo autorizó a los estados miembros a acudir en ayuda de Corea del Sur, invadida por las tropas de Corea del Norte, y decidió unificar las fuerzas militares bajo el mando del general norteamericano Douglas MacArthur. Pero, las circunstancias que rodearon aquella reunión fueron totalmente distintas a las actuales.
El resultado de la votación, un éxito de la diplomacia personal de Baker, que durante las dos últimas semanas recorrió incansablemente medio mundo en busca de votos favorables, arrojó pocas sorpresas.
China fue el único país que mantuvo el suspense hasta el final, aunque todos apostaban por su abstención después de conocerse que el ministro de asuntos exteriores, Qian Quichen, había aceptado visitar Washington tras asistir a la votación.
En su explicación de voto, Quichen dio una de cal y otra de arena. Después de reiterar la posición de su país a favor de una solución pacífica del conflicto, el ministro chino manifestó que Irak "no había dado ningún paso" para retirar a sus tropas de Kuwait. "Dado que esta resolución vuelve a pedir a Irak que cumpla las resoluciones anteriores aprobadas por China, mi país no ejercerá su derecho de veto", fue su explicación oriental.
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