El Gobierno alemán proyecta subir los impuestos indirectos el próximo año
Los alemanes tendrán que pagar más al Estado el año que viene, pese a la insistencia del canciller Helmut Kohl y de su ministro de Hacienda, Theo Waigel, de que no subirán los impuestos. La polémica se ha deslizado por el lado de la semántica. No se aumentarán los sreuern, pero sí los abgaben. La diferencia, básicamente, es que el primer término se refiere a los impuestos directos y el segundo a los indirectos.
En ambos casos, quien terminará pagando más será el contribuyente. Conforme la factura por la unificación ha ido creciendo y con ella el endeudamiento de Bonn, la evidencia de que, finalmente, iban a ser los ciudadanos alemanes quienes tendrían que rascarse el bolsillo se ha ido imponiendo. Pero el Gobierno, en plena campaña electoral, ha querido mantener la Ficción y para ello ha acuñado esta floritura semántica.Kohl consiguió recientemente que su partido, la CDU, donde ya habían surgido las primeras voces admitiendo la necesidad de una subida impositiva, aprobara una moción en la que se decía claramente que la unificación se financiaría con préstamos, pero no con un aumento de los impuestos.
Aumento del IVA
Sin embargo, al mismo tiempo, Waigel admitía al semanario Der Spiegel que el déficit presupuestarlo se tendría que cubrir con un paquete de medidas tales como un aumento del IVA y de las contribuciones a la Seguridad Social, congelando los sueldos de los funcionarios, privatizando algunas industrias tan sagradas como los teléfonos, adscritos actualmente al servicio de Correos, autorizando la construcción de autopistas privadas y, por consiguiente de peaje, creando unas tasas especiales para la conservación del medio ambiente, supuestamente sobre la gasolina y otras fuentes de energía. Para el ministro de Hacienda y para el canciller, esto no es una subida de los impuestos (steuern), sino de las tasas (abgaben).
Para los socialdemócratas cuyos lamentos electorales no parecen servirles de mucho en su desesperada carrera por frenar el inevitable triunfo de Kohl el próximo domingo, esto es precisamente una subida de los impuestos y según su candidato a la cancillería, Oskar Lafontaine, la mas desigual de todas las posibles.
"El Gobierno quiere sacar partido de las masas reduciendo los fondos de pensiones, aumentando el Impuesto del Valor Añadido, subiendo los impuestos de productos tales como la gasolina, introduciendo peaje en las autopistas y aumentando las contribuciones de la seguridad social", dijo Lafontaine en el Bundestag.
El SPD, en su programa, contempla una subida de impuestos para financiar la unificación, pero la carga en los más favorecidos, aumentando el porcentaje de retención en los contribuyentes de mayores ingresos y cancelando la prevista reducción de los mismos en los beneficios de las grandes empresas.
En este punto, finalmente, Waigel le ha dado la razón, al anunciar que la prevista reducción en el impuesto sobre beneficios empresariales, no tendrá lugar este año sino el que viene, para ayudar a financiar este momento difícil para la economía unificada.
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