El procesamiento del presidente del Burdeos revela el clima de corrupción del fútbol francés
El presidente del Girondins de Burdeos, Claude Bez, fue inculpado ayer por la juez Bernardette Pragout de delitos por estafa, abuso de confianza, complicidad en la falsificación de escritura privada, encubrimiento y abuso de bienes sociales. Un hijo de Bez, Eric, también ha sido procesado por su implicación en presuntas irregularidades financieras. El caso abunda un poco más en las cenagosas y últimamente revueltas aguas del fútbol francés, en el que otro de sus dirigentes, Jean-Claude Darmon, presidente del Toulon, ha sido procesado por presuntos fraudes en los traspasos de jugadores a varios clubes.
Bez, de 50 años, era una de las personalidades más conocidas y mercuriales del fútbol francés. Intimo amigo del alcalde de Burdeos y ex candidato a la presidencia de la República, Jacques Chaban Delmas, el dirigente del Burdeos libraba desde hace varios años una dura batalla con el presidente del Marsella, Bernard Tapie, por el liderazgo del fútbol galo. Ayer, cuando la juez leyó la larga lista de cargos contra Bez y le exigió una fianza de un millón de francos (unos 19 millones de pesetas) para permitirle la salida del juzgado, el. ex presidente supo que su derrota era inapelable.Los cargos contra Bez atañen a presuntas malversaciones durante la construcción del fastuoso centro de entrenamiento del Girondins, situado en los alrededores del castillo de Le Haillan. Las irregularidades contables en el Girondins y en el entorno empresarial y familiar de Bez obligaron a la juez Pragout a iniciar una investigación que ha acabado con el procesamiento del presidente del club bordelés, de su hijo Eric, de 30 años, y de Jaques Rubio, dirigente de una empresa inmobilidaria relacionada con el dirigente futbolístico.
Inculpación esperada
La inculpación de Bez era esperada desde el pasado mes de agosto, fecha en la que se abrió el expediente judicial. El presidente del Girondins contó desde el principio con el apoyo del alcalde de la ciudad, el gaullista Jacques Chaban Delmas, unas de las personalides políticas más conocidas de Francia. Este apoyo permitió que Bez continuara algunas semanas al frente del club, hasta que su derrota se hizo inevitable.Según una auditoría municipal, la deuda del club de Burdeos asciende a 5.000 millones de pesetas. Este dato ha provocado la alarma del fútbol francés. Desde el gobierno se anuncia un tránsito inmediato a la conversión de los clubes en sociedades anónimas.
El secretario de Estado para el Deporte, el legendario ex atleta Roger Bambuck, animó al presidente de la federación, Jean Fournet, a dotar a los clubes del estatuto de sociedades anónimas, como solución más válida para acabar con el clima de corrupción que vive el fútbol.
Luchas sangrientas
Las luchas intestinas son cada vez más sangrientas. La rivalidad entre Claude Bez y Bernard Tapie ha sido implacable. Tapie, dueño del Olympique de Marsella y de la firma Adidas, visitó hace algunos meses al minsitro de Hacienda, Michel Charasse, y le entregó varios expedientes sobre malversacio nes en algunos clubes. Su propósito era hundir a su gran enemigo, Bez. El procesamiento del presidente del Girondins da a entender que Tapie ha logrado su objetivo.La posición de Tapie tampoco es cómoda. Dos dirigentes del Marsella, el director general, Jena Pierre Bernes, y el director financiero, Alain Laroche, quedaron ayer libres sin cargos tras prestar declaración ante el juez de intrucción, tras la investigación iniciada por las informaciones sobre un posible soborno en el partido Burdeos-Marsella que se disputó la pasada temporada. Al parecer, el internacional marsellés Vercruysse, antiguo jugador del Girondins, propuso al defensa bordelés Senac una suma de dinero a cambio de propiciar un penalti sobre el delantero Papin, ariete internacional del Marsella.
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