Grave incidente entre dos visitantes y los vigilantes del Reina Sofía

Sara B., de 36 años, y Gregorio G., de 33, pintora y profesor de dibujo, respectivamente, protagonizaron entre las seis y las seis y media de la tarde del lunes un incidente en el Centro de Arte Reina Sofía, que les costó varias contusiones y casi 24 horas de permanencia en comisaría. Las versiones sobre el suceso son contradictorias. La de Sara B. y Gregorio G. coincide con la de dos testigos presenciales: los vigilantes les agredieron brutalmente sin razón aparente. Para el Centro de Arte Reina Sofía, se trata del caso de un par de gamberros que provocaron a los vigilantes, siendo éstos las víctimas.

La pareja visitaba la exposición del escultor italiano Alberto Giacometti cuando, inexplicablemente" un vigilante les pidió, "de forma muy agresiva", que bajasen el tono de voz o llamaría a un superior, según declararon."La acústica de la sala eleva más de la cuenta cualquier ruido. Sin entender nada, mi compañero se vio rodeado por varios guardas jurados que le agredieron de forma brutal, y a mí me llevaron a otro sitio donde también me agredieron. Los vigilantes nos forzaron, esposaron y denunciaron a la policía", declara Sara B.

Según la denuncia presentada por los vigilantes en la comisaría del distrito de Mediodía, donde se tramitaron las diligencias, la pareja de visitantes les agredió verbal y físicamente cuando les llamaron la atención por el tono elevado de sus risas y comentarios.

Los dos detenidos pidieron en la comisaría de Mediodía el hábeas corpus (petición al juez para que éste decida si procede o no una detención), por lo que fueron trasladados al juzgado de guardia número 37, donde el magistrado declaró que no había lugar a tal petición.

La pareja implicada en estos hechos tuvo que permanecer hasta el día siguiente en comisaría para prestar declaración ante su abogada, Begoña Lalana. "La acusación que pesa contra ellos es de agresión, pero ellos lo niegan rotundamente, ya que no tenían opción de defenderse", dice la abogada.

Gregorio G. presenta contusiones en la cabeza, las costillas y una muñeca, según su abogada. Uno de los vigilantes, pertenecientes a la empresa privada Protecsa, tiene fracturas en la mano, según el portavoz del Centro de Arte Reina Sofía. "Está hoy [por ayer] de baja".

Montaje para la prensa

Por otra parte, dos mujeres que se encontraban visitando la sala contigua de la misma exposición y que no tenían relación alguna con la pareja fueron testigos presenciales de los hechos y han declarado que no escucharon ninguna risa ni nada fuera de tono hasta que un griterío les llamó la atención. Entonces vieron cómo un grupo de vigilantes golpeaba a un hombre que estaba en el suelo y a una mujer que pedía a gritos explicaciones.

Una de las testigos, periodista de profesión, declaró que también intentaron agredirle cuando se acercó a la mujer para facilitarle el teléfono de un periódico por si quería denunciar los hechos. Ante aquello los vigilantes comenzaron a gritar que todo era un montaje para salir en los periódicos y desprestigiarles, comentario que repitieron ante la policía en la comisaría del distrito de Mediodía, donde procedieron a presentar la denuncia.