Las turbias aguas de la natación española se desbordan

Las aguas de la natación española, turbias durante muchos años, han terminado por desbordarse. El momento ha llegado con una querella presentada por David Moner, presidente de la Federación Catalana (FCN), contra Enrique Landa, actual presidente de la Española (FEN), y Joaquín Pujol, vicepresidente. En el fondo de todo ello subyace el intento de derrocar a Landa acusándole de deshonroso y por el lamentable estado de un deporte ya sólo dependiente de Cataluña y de Martín López Zubero.

David Moner, presidente de la FCN, largos años enfrentado con Landa, ha encontrado la gota que derrama su paciencia en unas subvenciones impagadas y con ese motivo ha sacado toda la artillería desenterrando también el escándalo de los Mundiales de 1986. Acusa a Landa y Pujol de apropiación indebida de fondos públicos, prevaricación y cohecho.Landa deberá comparecer hoy ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid y, previsiblemente, tras ordenarse las diligencias oportunas, el proceso se alargará cinco o seis meses. En medio, a sólo mes y medio, en enero, estarán los Mundiales de Perth (Australia). Landa, directivo polémico sobre el que han pesado siempre múltiples acusaciones, prefiere no hacer declaraciones: "No quiero hacer juicios de calle, porque el que más habla es el que más mentiras dice", comentó ayer.

Moner admite que en el fondo del asunto está la dimisión de Landa: "Un señor que maneja 800 millones al año, el presupuesto actual de uno de los tres deportes más importantes, ha de demostrar que es honrado. Y no se puede dejar en sus manos una federación cuando incluso falsea documentos públicos al autonombrarse economista o ingeniero sin serlo.

Debe ser el único español que no tiene una sola cuenta corriente, porque está embargado por el Barclays Bank, pero éste no puede hacer nada al no existir ninguna cuenta a su nombre". Y detrás también está el asunto deportivo: "La natación sólo es Cataluña y López Zubero. El resto de España lo está hundiendo", señala Moner.

La chispa saltó el pasado mes de agosto, cuando el presidente de la FCN, directivo muy vehemente y particular y abogado de profesión, montó en cólera ante la negativa de la Federación Española a pagarle las subvenciones, incluido el sueldo de un entrenador de waterpolo. En total, 11 millones de pesetas. Landa declaró incluso entonces que no debía nada o que no estarían bien cumplimentados los requisitos.

Sin embargo, hace sólo unos días, la FCN ha recibido ya la mitad del dinero que pedía. Según Moner ha sido claramente una consecuencia de la querella, pero no por eso piensa retirarla: "Con esta actitud, la Federación Española demuestra que ha retenido fondos públicos, aunque el presidente lo había negado".

Este contencioso económico, en cualquier caso, ha sido sólo la anécdota. Moner, que ha abierto este año un despacho en Madrid y confiesa haberse ido enterando de todo ello en los últimos meses, ha aprovechado el viejo escándalo de los Campeonatos del Mundo organizados en Madrid en 1986 para reforzar la querella. Por primera vez dice haber encontrado pruebas, y acusa de prevaricación y cohecho a Landa y a Joaquín Pujol, que fue el arquitecto de las instalaciones, cuando no lo permitían los propios estatutos de la FEN ni la Ley del Deporte al ser vicepresidente federativo. Landa se defiende argumentando que fue una decisión de la junta directiva, algo que para Moner no tiene defensa.

Los Mundiales se concedieron a España siendo presidente Landa, pero cuando se celebraron, con las obras casi terminándose en el mismo comienzo las pruebas, el nuevo mandatario era Alfredo Flórez. Landa, sin embargo, con una astuta campaña de captación de votos, recuperó la presidencia en las siguientes elecciones, por sólo 12 sufragios de diferencia entre 260 votantes.

Honorarios

En unas obras de 2.000 millones -según Moner- y de 1.010 -según Landa-, los honorarios de Pujol fueron de 200 -según Moner- y de 86, para cuatro arquitectos y cuatro aparejadores -según Landa-. Entre éstos estaba Guillermo Ortego, socio de Fernando de Andrés, que lo dejó en aquel momento al ser nombrado director de (deportes de la Comunidad de Madrid -cargo del que dimitió hace unos meses-, y Pérez de Arenaza, socio de Pujol, que como él dejó la Generalitat.Moner deja claro que la querella es contra dos personas y no contra la federación o la natación española, como se quiso hacer ver en la reciente asamblea, que apoyó de forma aplastante a Landa. La explicación a ello es que dicha asamblea estaba formada por sus votantes, pero la grave e insólita situación actual es que ahora ya no tiene el apoyo de las federaciones que han sido pilares tradicionales de la natación española: Cataluña, Madrid y Canarias.