100.000 personas se manifiestan en Bélgica pidiendo mejores sueldos para los profesores
Cerca de 100.000 personas (padres, alumnos y profesores) se manifestaron ayer en Bruselas para protestar contra la falta de acuerdo en el convenio salarial de los enseñantes de la comunidad francófona belga. La manifestación, con el lema "si la enseñanza cuesta cara, pruebe la ignorancia", es una de las más grandes en la historia del país. El acto se desarrolló sin ningún incidente y supone el punto álgido de un conflicto enquistado desde hace seis meses y que ha dejado sin clases en las últimas cuatro semanas a la mitad de la población escolar.La protesta, convocada por la federación de asociaciones de padres de alumnos, fue un éxito, aunque fuentes oficiales rebajaron el número de manifestantes a 75.000. La cifra adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que la población francófona de Bélgica, la única afectada por este problema sindical del profesorado, supera en poco los 4 millones de personas.
El conflicto tiene su origen en la cesión total de competencias en materia de enseñanza a los gobiernos respectivos de las dos grandes comunidades linguísticas del país: flamencos y valones (francófonos). Mientras los profesores del alumnado flamenco tienen firmado un acuerdo trienal con un 6% de aumento, los francófonos rechazaron el pasado viernes la oferta de subida salarial bruta de 6.000 pesetas al mes a partir de abril de 1991.
La propuesta representa un incremento de poco más del 1% para los 67.500 profesores de primaria y secundaria afectados. El sueldo neto de un enseñante supera en poco las 120.000 pesetas al mes a causa de una presión fiscal que es la más elevada de la CE. El borrador de acuerdo preveía para 1992 una subida mínima de] 4%.
Los sindicatos de enseñantes se niegan a que una parte de ese aumento sea financiada a través de cheques-comida a canjear en las grandes cadenas de alimentación y a que el coste presupuestario sea absorbido a través de reducciones de empleo.
El éxito de la convocatoria demuestra, a juicio de un representante del frente común sindical de los profesores, que "los padres y los alumnos siguen apostando por la calidad de la enseñanza". Por encima de las manifestaciones y huelgas que estropearon un tercio del pasado curso el movimiento de protesta sigue contando con el apoyo mayoritario de la población afectada.
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