Un hijo de Jesús Gil y su socio, absueltos de los delitos de intrusismo y estafa

Un hijo del presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil Marín, y su socio en el consultorio inmobiliario Gilmar, Manuel Marrón, han quedado absueltos de los cargos de intrusismo y estafa por los que fueron juzgados el pasado mes. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, y Eva Kondo, antigua cliente de Gilmar, denunciaron hace cuatro años a los dos socios por intrusismo y estafa, respectivamente.Gilmar adquirió el 23 de enero la exclusiva de venta de un chalé en San Sebastián de los Reyes, que el dueño, Antonio Vozmediano, valoró en 19 millones. El 2 de septiembre del mismo año, la madre de Eva Kondo suscribió un contrato con Gilmar en el que establecía un precio de 25 millones por la compra del chalé, al tiempo que entregaba una señal de 2,5 millones. El 18 de diciembre, fue revocado el poder de venta otorgado a Gilmar.

Necesidad de engaño

El Juzgado de lo Penal número 25 falló ayer a favor de los dos socios por considerar que el delito de estafa precisa de un engaño "que sea causa bastante", circunstancia que no se dio, ya que, aunque el hecho "presenta todos los caracteres de un negocio especulativo, está al margen del derecho penal".

En cuanto al presunto delito de intrusismo profesional, el juez indica que todos los actos de intermediación de los socios eran autorizados por José Luis Sierra, agente de la Propiedad y abogado de Jesús Gil y Gil, que "está capacitado para intervenir en las operaciones que concierta ( ... )".

El abogado de Eva Kondo, Julián Botella, dijo ayer que apelará la sentencia del juzgado por considerarla "irregular y carente de rigor". El presidente del colegio de agentes, Julio Enrile Aleix, indicó que no pensaba apelar puesto que la sentencia se atiene a la postura del colegio. "La sentencia dice que para la mediación es necesario que exista un agente inmobiliaria. Habría que matizar si la actuación del agente debe ser indelegable, que es lo que fija el reglamento y aquí no se ha tenido en cuenta".

Jesús Gil dijo ayer que la publicidad que se ha dado al juicio le ha supuesto a su empresa pérdidas de más de 300 millones: "Hay mucha gente que se ha retractado a la hora de firmar operaciones".