El Ministerio de Industria negocia ampliar la compra de energía francesa de 1.000 a 2.000 megavatios
España negocia con Francia la formalización de un nuevo contrato para la adquisición de potencia eléctrica. Este acuerdo, que ampliaría otro anterior firmado el pasado mes de junio, supondría elevar de 1.000 a 2.000 los megavatios de potencia que suministraría Francia a España. Dicha potencia es el equivalente a los dos grupos de la central nuclear de Valdecaballeros o de Lemóniz y estaría destinada a cubrir parte de las necesidades que tendrá el mercado español a partir de 1995, cifradas en torno a 7.500 megavatios.
El ministro de Industria y Energía, Claudio Aranzadi, aprovechó la reunión bilateral de las comisiones gubernamentales de España y Francia celebrada el martes en París para exponer sus intenciones. De momento, según reconoció ayer el propio ministro a este periódico, la ampliación del actual contrato en 1.000 megavatios más está sobre la mesa, aunque se espera un acuerdo en breve plazo.La consecución de contratos que aseguren el suministro de energía ha comenzado a ser una tarea urgente para el Ministerio de Industria, que tiene que elaborar la propuesta de revisión del Plan Energético Nacional (PEN) para principios del próximo año. Aunque en el ministerio nunca se han abandonado los estudios sobre el futuro PEN, ha estado en una situación de impasse hasta la celebración del 32 Congreso del PSOE para, después, tomar medidas concretas.
La compra de energía francesa, que sería gestionada por la empresa Red Eléctrica, tendría como contrapartida la posibilidad de entregar más energía producida de retorno a Francia. La potencia suministrada por Francia equivaldría a dos centrales nucleares y cerca de la tercera parte de las necesidades que tendrá el mercado español para el periodo comprendido entre 1995 y 2003.
Según las previsiones ministeriales, esas necesidades son de 7.500 megavatios y hay distintas opciones para cubrirlas: centrales termoeléctricas clásicas a base de carbón -nacional y, principalmente, de importación- y de las que hay cinco en construcción y fuel; recuperación de centrales nucleares en moratoria (están en esa situación Valdecaballeros 1 y 2, Lemóniz 1 y 2 y Trillo 2); energías alternativas (solar, eólica, biomasa ... ) y la adquisición de energía a países excedentarios (caso de Francia).
El gran debate se había entablado sobre la necesidad de terminar con la moratoria nuclear, o en su lugar, comprar energía francesa (también nuclear). La decisión de ampliar a 2.000 megavatios la importación de energía de Francia se considera en algunos medios del sector como el cierre a ese debate y la permanencia de la moratoria. No obstante, las fuentes ministeriales consultadas han manifestado que no se pueden adelantar acontecimientos y que aún queda hueco por cubrir.
Las compañías eléctricas, por su parte, han presionado para que entren en funcionamiento nuevas nucleares. Ayer, precisamente, se reunieron en la patronal Unesa para analizar la reordenación del sector.
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