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González dice que antes de que acabe este año no tendrá tiempo para cambiar el Gobierno

El presidente Felipe González dio a entender ayer claramente que no se producirá en breve una crisis de gobierno en el transcurso de una larga conferencia de prensa celebrada en París con el jefe de Estado francés, François Mitterrand, con motivo de la cuarta cumbre bilateral hispano-francesa. El comentario del jefe del Ejecutivo español provocó un inmediato cuchicheo entre los siete ministros que le acompañaban, casi todos identificados con el ala crítica del Gabinete. Por otra parte, Mitterrand entregó a Felipe González dos cuadros de Pablo Picasso que se expondrán en Madrid y Barcelona.

En respuesta a una pregunta sobre si la apretada agenda internacional que le espera de aquí a finales de año le iba a permitir estudiar la remodelación de su Gabinete, González contestó sonriente: "En su pregunta va implícita la respuesta. De aquí a finales de año no tendré tiempo para pensar en ello".Tras una cena en el palacio del Elíseo y la asistencia a la ópera junto con Mitterrand, González regresará hoy a Madrid, para volver a París la semana próxima al objeto de participar en la primera cumbre de los 35 jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). La semana siguiente, el jefe del Ejecutivo español efectuará su primer viaje oficial a Londres.

Ya en diciembre, González celebrará otras dos cumbres bilaterales; la primera, en el Algarve con su homólogo luso Aníbal Cavaco Silva, y después, en Rabat con el primer ministro Azedin Laraki. Asimismo asistirá a otras dos reuniones, la del Consejo Europeo de Roma y la de jefes de Gobierno de la OTAN, en Bruselas. Ese mismo mes recibirá además en Madrid al presidente checoslovaco, Vaclav Havel.

Este calendario y el empeño del presidente en desvincular claramente la actividad de su partido con la de su Gobierno explican, según un miembro del Gabinete que pidió permanecer en el anonimato, que no tenga excesiva prisa por llevar a cabo un re ajuste gubernamental esperado desde las elecciones generales del 29 de octubre de 1989.

Buen humor de González

Con anterioridad, González había contestado con buen humor a otra pregunta relacionada con el carácter mayoritariamente "aperturista" de la delegación ministerial española, formada por los titulares de Asuntos Exteriores, Economía, Transportes, Industria, Defensa, Cultura y Portavoz del Gobierno, que le acompañó a París después de la celebración del congreso del PSOE en el que ningún representante de esta corriente entró en la ejecutiva del partido.

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Tras reconocer que la delegación "es casi medio Gobierno", González añadió sonriendo: "Sobre su composición debo decir que toda la responsabilidad incumbe al presidente Mitterrand", que les ha invitado. Haciéndose intérprete del ánimo de los, ministros, calificados de llaperturistas" por la periodista que formuló la pregunta, añadió: "Todos, sin exclusión, le dan las gracias por su valoración".

Mientras González respondía a esta pregunta, su ministro de Transportes, José Barrionuevo, no paraba de golpear amistosamente el hombro de su colega de Exteriores, sentado justo delante de él, y le repetía incesantemente: "Paco, te la has cargado". Fernández Ordóñez no es afín a ninguna corriente del PSOE, pero no entendió la broma de su colega porque, probablemente estaba distraído cuando se le hizo la pregunta. De ahí que con testase sorprendido: "¿Pero qué es lo que ha dicho de mí?".

Durante la mañana, Felipe González recibió de manos de Mitterrand dos cuadros de Pablo Picasso. "No se puede concebir España sin Picasso ni Francia sin Picasso. Este pintor será un lazo eterno de unión entre nues tros dos países", dijo González. En nombre de la República, el presidente francés acababa de entregar a González las telas del artista malagueño Tejados de Barcelona y Monumento a los españoles muertos por Francia.

Francia no se ha hecho de rogar en el cumplimiento de uno de los deseos de Pablo Picasso: la entrega a España de dos de los cuadros de la colección personal de Jacqueline, la última esposa del artista.

González regresa a España con Tejados de Barcelona, pintado en 1903, en el periodo azul del pintor, y Monumento a los españoles muertos por Francia, de 1947, de una época que Picasso calificó como "la peor". Este último cuadro tiene para las relaciones hispano-francesas el valor simbólico de recordar a los republicanos españoles que dieron su vida en la resistencia francesa contra el nazismo, y se exhibirá en Madrid. El otro cuadro irá al Museo Picasso de Barcelona.

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