Los ancianos abandonados en una residencia privada no serán acogidos por la Comunidad
La Comunidad de Madrid no acogerá en ninguno de sus centros a los nueve ancianos de la residencia El Encinar, abandonados desde el pasado lunes por el dueño, Antonio Lara, tras cobrar las mensualidades de noviembre. Los familiares aseguran que no tienen dinero para pagar otra vez en el mismo mes, y el alcalde de Sevilla la Nueva, localidad donde se encuentra la residencia, afirma que sólo les proporcionará víveres hasta el lunes.El propietario y director de la residencia, Antonio Lara Quero, abandonó el centro tras cobrar las mensualidades de noviembre, sin pagar varios meses a sus nueve empleados, con numerosas deudas a sus proveedores y sin dejar víveres para los nueve ancianos residentes, según denunciaron los trabajadores del centro. Hasta el día de ayer no se conocía el paradero de Antonio Lara. Los nueve empleados se comprometieron a atender a los ancianos mientras éstos se alojen allí.
Los técnicos de la Consejería de Integración Social conocían "perfectamente" las infracciones que cometía Antonio Lara, según dijo a este periódi co el alcalde del pueblo, Ángel Batanero.
El regidor de Sevilla la Nue va, municipio de 800 habitan tes, dijo que el pasado mes de febrero le había pedido a Inte gración Social un informe sobre la residencia, al tiempo que ponía en su conocimiento las nu merosas irregularidades que encontraron en el centro. "Yo sé que la Comunidad de Madrid realizó una investigación y descubrieron muchas deficiencias, pero a mí no me las comunicaron, porque, de ser así, yo habría actuado inmediatamente", dijo Batanero.
Centro subvencionado
La mayoría de los nueve ancianos que viven en el centro cuentan con subvenciones de la Comunidad para pagar las 80.000 pesetas mensuales que el director Antonio Lara les cobraba. A pesar de ser conscientes de que la residencia no cumplía numerosos requisitos legales, la Comunidad no retiró las subvenciones. El alcalde de Sevilla la Nueva dijo ayer a los familiares que su municipio pagaría los víveres de los ancianos sólo hasta el lunes. "En principio no debería hacerlo, porque no es mi competencia. Vosotros ya estáis aquí para haceros cargo de ellos, y el lunes habláis con la consejera de Integración o lleváis a vuestros familiares a otro centro", les dijo.
El alcalde añadió que el director de una residencia de Toledo se había ofrecido para acoger a cinco ancianos, pero los familiares dijeron que no tenían dinero para pagar otra mensualidad y que no querían llevar a sus padres a Toledo. Los familiares, todos de condición económica humilde, le dijeron ayer que era el Ayuntamiento el que debía proporcionar alimentos estos días a los ancianos y presionar a la Comunidad.
Batanero añadió que, el pasado jueves, dos técnicos de la consejería de Elena Vázquez le dijeron que sólo se harían cargo de los ancianos si los familiares los abandonan, pero que si no ocurría eso la Comunidad no podía saltarse las listas de espera que hay en sus centros. El portavoz de la consejería, José Luis López, confirmó ayer la postura de la Comunidad, al decir que no podían hacerse cargo de los ancianos.
Algunas autoridades municipales de Sevilla la Nueva se quejaban ayer de que la Comunidad se desentendiera de los ancianos. "Bajo la excusa de que es la festividad de la Almudena, han dejado esto prácticamente en nuestras manos".
Un empleado de la residencia indicó ayer que varios acreedores habían amenazado de muerte al dueño de El Encinar. "Una vez se presentó hasta el cobrador del frac, y se tuvo que ir aburrido porque no lo encontró". El empleado dijo que Lara posee una gran capacidad de persuasión para convencer a sus empleados y acreedores.
Niños subnormales
Otra empleada explicó que Lara tuvo que abandonar hace 20 días por impago el chalé donde se ubicaba una residencia de niños subnormales de la cual también era propietario. Para ahorrar costes, Lara decidió trasladar a los niños a la residencia El Encinar, pero los familiares se llevaron a sus hijos cuando les comunicaron el tras lado.
Tres de los 11 niños deficientes habían sido derivado por los responsables de la Con sejería de Integración Social hacia la residencia de Lara. La Comunidad también retiró a los tres niños cuando se enteró del traslado.
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