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Las urgencias de la Concepción, cerca del colapso al tercer día de huelga

Los servicios de urgencia de la clínica de la Concepción se encontraron durante todo el día de ayer, tercera jornada de huelga, al borde de la saturación, según informaron fuentes del comité de empresa. Por otro lado, la Federación de Servicios Públicos de UGT exigió la inmediata remodelación de los sistemas de ventilación del Instituto de Salud Carlos III, obras cuyo precio se ha calculado en unos 1.000 millones de pesetas.

"Tanto las urgencias como el resto del hospital están al cien por cien", declaró Antonio González, presidente del comité de empresa. "Aunque mañana trabajaremos como en un día normal, el próximo lunes, si la huelga continúa, las urgencias pueden colapsarse porque ese día, al terminar el puente, aumentará la demanda"."Por ahora no ha habido respuesta concreta y por escrito de la dirección", dijo Isabel Cortés, de UGT. "Confiamos en que a lo largo de esta semana haya un acercamiento".

"El Servicio Coordinador de Urgencias de Madrid no ha recibido ningún aviso sobre un posible colapso de las urgencias en la clínica de la Concepción, por lo que seguimos derivando allí a los pacientes de la zona que les corresponde", aseguró un portavoz de este servicio, conocido por el teléfono de urgencias, 061. "Cerca de la Concepción están el Hospital Clínico de San Carlos y la Cruz Roja". A partir del próximo lunes, también los trabajadores de este último hospital estarán en huelga.

La remodelación de la ventilación y conducción del aire acondicionado del Instituto de Salud Carlos III, en sus dependencias de Majadahonda, costará casi 1.000 millones de pesetas, según explicaron portavoces de UGT. Este sindicato presentó el pasado mayo una denuncia contra el Carlos III por las lesiones sufridas por unos 30 trabajadores del centro, presuntamente causadas por la deficiente ventilación.

En un estudio realizado por una empresa especializada se concluye que la ventilación de estos edificios es antigua, inadecuada y peligrosa, porque el aire de los laboratorios donde se manejan productos tóxicos no es eliminado hacia el exterior, sino que vuelve al interior a través de los pasillos y de un falso techo donde se acumulan gases nocivos.

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