El Reino Unido elimina la culpabilidad en el divorcio y termina con la vía rápida

El Reino Unido, el país europeo con la mayor tasa de fracaso matrimonial, va a eliminar el divorcio rápido en favor de un proceso de reconsideración de un año. La reforma también acabará con la vía lenta, que obliga a esperar entre dos y cinco anos para lograr la separación.Las modificaciones propuestas por Comisión de Derecho, organismo oficial que auspicia la reforma de la ley en general, tiene todos los visos de ser aceptada por el Gobierno y propone que el divorcio deje de ser concedido a partir de alegaciones de adulterio (realizadas, en general, por la esposa) o de conducta irrazonable (planteadas normalmente por el marido). Habrá un periodo mínimo de 12 meses de "consideración y reflexión" en el que la pareja procurara, con ayuda de consejeros especializados, salvar el matrimonio o, cuando menos, resolver la custodia de los hijos y plantear acuerdos financieros.

Este plan de divorcio sin culpable pretende poner fin a los divorcios rápidos, que tardan en obtenerse entre tres y seis meses a partir de acusaciones de adulterio y conducta irrazonable que muchas veces no hacen sino enconar una situación dificil. El divorcio a los doce meses también va a sustituir los cinco años de separación matrimonial requeridos cuando una de las partes se niega a concederlo.

En la actualidad, casi las tres cuartas partes de los divorcios en Inglaterra y Gales son concedidos por la muy poco exigente vía rápida, lo que convierte al Reino Unido en el país europeo con más alto porcentaje de divorcios de Europa. Según recientes cifras, uno de cada tres matrimonios termina en divorcio, realidad asumida por las parejas que en un porcentaje análogo contraen matrimonio convencidas de que la unión no va a durar.

El número de divorcios se ha doblado en el Reino Unido de los 71.000 en 1974 a los 152.000 del año pasado, ligeramente por debajo del tope de 160.000 registrados en 1985. En más de la mitad de los casos se ven implicados menores dé 16 años, según el mismo estudio que vaticina que uno de cada cinco niños británicos verá divorciarse a sus padres antes de llegar a esa edad.