España negocia la adquisición de hasta 500 carros de combate que serán retirados de Centroeuropa
El Gobierno está negociando la adquisición de entre 400 y 500 carros de combate norteamericanos M-60 que deben retirarse de Centroeuropa como consecuencia de los acuerdos sobre desarme convencional negociados entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, según ha sabido EL PAÍS de fuentes militares próximas a las negociaciones. De culminarse con éxito, esta operación supondrá una importantísima renovación del parque de carros del Ejército de Tierra, que en el futuro estará integrado por 794 unidades, 62 menos que ahora.
La negociación para traer a España un importante paquete de carros de combate y, en menor medida, piezas de artillería que deben retirarse de Centroeuropa como consecuencia del tratado sobre fuerzas convencionales (CFE), cuya firma está prevista para el próximo día 19 en París, se desarrolla en, dos foros: bilateralmente, con Estados Unidos; y multilateralmente, con los demás socios de la OTAN. El grupo de alto nivel de la Alianza (HLTF reforzado) es responsable de elaborar los planes de armonización que redistribuirán por el Viejo Continente el material sobrante tras la aplicación de los acuerdos de desarme.Fuentes de la Secretaría de Estado de Defensa, que participa directamente en las negociaciones, han declinado informar sobre su desarrollo, alegando que se trata de un problema "muy delicado y complejo". No obstante, EL PAÍS ha podido saber, en medios militares conocedores del tema, que el propósito español es conseguir la trarisferencia de entre 400 y 500 carros de combate M-60 norteamericanos y una cantidad indeterminada de piezas de artillería de 155 milímetros.
España se ha comprometido con sus aliados a reducir de 856 a 794 sus actuales carros de combate, lo que supondrá la destrucción de 62 unidades (al rededor del 7%) del viejo M-47 ya casi obsoleto. El Ministerio de Defensa pretende que el futuro parque español de carros de combate esté integrado por los 300 AMX-30, fabricados en España bajo licencia francesa, que todavía están siendo sometidos a un costoso proceso de modernización, y por el mayor número posible de M-60, que sustituirían a la totalidad de los casi 400 M-47 y al mayor número posible de los 164 M-48, algo más modernos pero igualmente desfasados tecnológicamente, ambos de fabricación norteamericana.
Modernización de los A-1
Según las fuentes consultadas, el paquete de M-60 que se á adquirido por España estara integrado, en partes aproximadamente iguales, por unidades del modelo A-3 y del más antiguo A-1. La inclusióri de los tanques A-1, con unas prestacíones similares a las de los M-48, en el paquete transferido a España no preocupa al Ministerio de Defensa, ya que su propósito es que la industria española los someta a un proceso de modernización que los coloque al mismo nivel tecnológico de los A-3. Este encargo serviría para paliar, siquiera parcialmente, el perjuicio que supondrá para la industria nacional la adquisición de los tanques norteamericanos y el aplazamiento indefinido del Proyecto Lince, que tenía como finalidad el desarrollo con algún socio extranjero de un carro de combate español.En sentido estricto, el Gobierno español no deberá pagar nada por la adquisición de los M-60. Eso no significa, sin embargo, que la operación resulte gratuita. Expertos en el tema consideran que España deberá hacer frente a un importante desembolso para sufragar el traslado de los carros, la creación de una infraestructura de mantenimiento y el adiestramiento del Ejército de Tierra en el manejo de un vehículo nuevo para él, sin contar con el coste de la modernización de los A-1 para convertirlos en A-3.
Medios militares e industriales coinciden en que una operación de este tipo sólo es rentable si se adquiere un importante número de carros que permita homogeneizar el parque del Ejército, pues la diversificación de modelos dificulta y encarece su mantenimiento.
El propósito inicial del Ejército de Tierra era convertir parte de los viejos M-47 en carros de recuperación y vehículos de zapadores. Respecto a los carros M-48, se apuntó la posibilidad de que algunos se transfirieran a Grecia, en el marco de los planes de armonización de la OTAN. Es probable, sin embargo, que la mayor parte deban destruirse si prospera la posición aliada de que se elimine el material reducido por los acuerdos de desarme. En ese caso la transferencia de los M-60 obligaría a España a asumir el coste de la destrucción de sus M-47 y M-48, que susti tuirían a los norteamericanos, a efectos de verificar el cumplimiento del tratado.
La importancia de la transferencia de carros ha eclipsado la de piezas de artillería, que, según las fuentes consultadas, tendrá mucha menor incidencia y afectará principalmente a los obuses de 155 milímetros. Este proyecto puede, sin embargo, acabar con la viabilidad de los dos cañones de este tipo desarrollados por la industria militar española: el 155/45 de Sitecsa y el 155/39 de la Empres Nacional Santa Bárbara.
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