La campana electoral alemana se abre con la certeza del triunfo de Kohl

La campaña electoral alemana comenzó con la certeza del triunfo del partido del canciller Helmut Kohl y el desánimo en la oposición social-demócrata. La única duda, a poco más de un mes de los comicios, está en si la CDU y su socio bávaro, la CSU, lograrán la mayoría absoluta.

Tan sólo una vez en la historia de la República Federal de Alemania un partido ha. alcanzado la mayoría absoluta. En 1957 los democristianos, encabezados entonces por Konrad Adenauer, superaron el 50%. Esta posibilidad, sin embargo, no parece ser del agrado del canciller Kohl, quien en varias conversaciones privadas ha asegurado que no desea prescindir de los liberales y, más concretamente, de Hans Dietrich Genscher, su ministro de Asuntos Exteriores. La CDU teme cargar por sí sola con la carga de los próximos cuatro años, cuando se hagan sentir en toda su dimensión los efectos derivados de la unificación.Los liberales, sin embargo, han hecho saber también que no formarán Gobierno con un partido que tenga la mayoría absoluta en el Parlamento. Paradójicamente para el FDP, que por primera vez en muchos años no parece que vaya a tener problemas para superar la fatídica barrera del 5%, si se mantienen las tendencias actuales podría quedarse fuera del Gobierno.

Mayoría absoluta

Según la encuesta publicada ayer por el semanario Der Spiegel, de celebrarse ahora las elecciones, la CDU-CSU conseguiría un 45%, el SPD un 34%, los liberales un 9% y los Verdes un 7%. Pero lo más significativo es que un 67% de los encuestados creen que la CDU-CSU conseguirá la mayoría absoluta.

De la impotencia total que se experimenta en las filas socialdemócratas da idea el hecho de que, según la encuesta de Der Spiegel, mientras que el 92% de los votantes democristianos creen que ganará su partido, sólo el 43% de los socialdemócratas confían en una victoria del SPD. Fuentes cercanas al candidato socialdemócrata, Oskar Lafontaine, aseguran que en varias reuniones con miembros de su partido ha admitido ya la derrota. Sus correligion arios se han visto, además, nuevamente decepcionados por su candidato, quien anuncié que tenía decidido quedarse a vivir en Saarbrucken y no pensaba trasladarse a Bonn, con lo cual descartaba incluso la idea de actuar como jefe de la oposición. Fuentes del SPD calificaron el estado de ánimo dentro del partido como de "psíquicamente bloqueado". Las cinco semanas que restan hasta el 2 de diciembre se ven como "un calvario".

Kohl inició la campaña electoral en Dortmund ante 15.000 personas, a las que pidió que lucharan por cada voto "en este momento histórico". Según dijo el canciller, Alemania está llamada a jugar un papel determinante en el diseño de la nueva Europa.

También iniciaron su campaña los comunistas renovados del PDS. Su líder, Gregor Gysi, reunió en Berlín a 10.000 personas pocas horas después de que retirara su pretendida dimisión debido al escándalo financiero en que se ha visto inmerso su partido. Gysi advirtió a sus seguidores de que deben evitar cualquier nuevo escándalo. "Conseguiremos sobrevivir si permanecemos honrados, limpios y legales", dijo.