El Estado italiano prepara la venta de las empresas públicas más importantes

El Estado italiano está pensando en vender sus joyas de familia, es decir, sus empresas públicas más importantes para hacer frente a uno de los déficit más grandes sufrido por un país de la Comunidad Europea. El Gobierno necesita casi dos billones de pesetas y no ve otra solución que vender a los privados empresas y bancos.

Por ahora se trata solo de un proyecto pero que está en fase muy avanzada, ya que dentro de unos días el ministro del Tesoro, Guido Carli, presentará a las fuerzas políticas el estudio que acaba de hacer con una comisión de expertos sobre el complejo asunto.Se ha calculado que vendiendo sus "joyas", el estado italiano podría obtener alrededor de diez billones de pesetas, por lo que en realidad le bastaría ceder a los privados el veinte por ciento de dicho capital para salir ahora de apuros.

Las dos primeras entidades públicas que podrían ser puestas a subasta pública enseguida son el IMI, el Instituto Inmobiliario y el CREDIOP, el Instituto de Crédito para las Obras Públicas, puesto que existe ya una ley que prevee su trasnformación jurídica.

Otra de las grandes empresas en causa es el ENI, el ente petrolífero de estado. Aquí se apuntan dos soluciones: la transformación en Sociedad pública anónima, pero haría falta una nueva ley que lo permita, o la búsqueda de un socio privado para el estado quedándose éste como socio de mayoría. El resto de las acciones podrían ser colocadas en el mercado.

También se piensa en vender el INA, el Instituto de Seguros, al que se le calcula un valor de 680.000 millones de pesetas y que podría pasar enteramente a los privados. Más problemático es el caso del ENEL, el ente para la Energía, cuyo precio se calcula en dos billones de pesetas, ya que desarrolla un "servicio publico esencial" por lo que la mayoría de las acciones deberá sin duda quedar en manos del Estado. Pero podrían entrar los privados con un techo máximo del 3% por ejemplo. Al mismo tiempo se habla también de la posibilidad de pasar a los privados algunos de los bancos hoy totalmente en manos del estado. Aunque la finalidad ultima de dicha operación es la de sanear las finanzas públicas que se están ahogando en las aguas del déficit. Sería una oportunidad de que se diera entrada a de capitales extranjeros y la de aligerar las obstáculos que hoy tienen maniatadas a tantas empresas publicas.