Francia pedirá hoy que se fije una fecha para la unión monetaria

La ministra de Asuntos Europeos francesa, Elizabeth Guigou, aseguró ayer que su país quiere alcanzar en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno comunitarios que se desarrollará hoy en Roma un acuerdo sobre la fecha para el inicio de la segunda fase de la unión económica y monetaria. Un segundo tema a debate para la agenda de hoy será la oposición que ha expresado el presidente del Bundesbank, Karl Otto Pöhl, al plan británico, tanto en lo que se refiere a la creación de un Fondo Monetario Europeo como al desarrollo del ecu duro. La presidencia italiana considera que la reunión de hoy no debe servir para llegar a ningún compromiso concreto, ya que para esto se convocó la conferencia intergubernamental de diciembre.

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea se encontrará hoy en Roma sobre la mesa el debate acerca de la conveniencia de fijar ya una fecha para el inicio de la segunda fase de la unión monetaria o esperar a la conferencia intergubernamental de diciembre. La ministra francesa de asuntos europeos, Elizabeth Guigou, señaló ayer que el objetivo de su país es fijar esa fecha cuanto antes, y defienden el 1 de enero de 1993 para el inicio de la segunda fase.Las declaraciones, el jueves en Berlín, del presidente del Bundesbank, Karl Otto Pöhl, serán otro de los ingredientes para animar la reunión. Pöhl rechazó -durante su intervención ante la Asamblea Bancaria por el ecu- la propuesta británica. A juicio del máximo responsable del Bundesbank lo importante es alcanzar un acuerdo para la convergencia de las políticas monetarias y asegurar la lucha contra la inflación. En su opinión, "la propuesta del ecu fuerte no resuelve el problema, pues éste no es la creación de una nueva moneda sino desarrollar un organismo que diseñe y ejecute la política monetaria de la CE".

El Fondo Monetario Europeo (FME) propuesto por los británicos también ha sido rechazado por Pöhl ya que carece de las características de un banco central, pues sólo emitiría los ecus fuertes. Además, añadió, "la responsabilidad monetaria es indivisible", y la puesta en marcha de un FME paralelo a los doce bancos centrales aumentaría los desequilibrios.

El presidente del Bundesbank reiteró asimismo su defensa de una Europa de dos velocidades. El banco central europeo, como responsable del diseño y la ejecución de la política monetaria de la CE, debería ponerse en marcha, en su opinión, en un plazo de dos años, aunque sólo deberían de integrarse en él los países comunitarios con mayor grado de desarrollo.

La frontal oposición a la Europa de dos velocidades ha sido el leit motiv de la propuesta española, que intenta integrar los dos elementos propuestos por el Reino Unido en el esquema inicial de Delors.