"Todo lo que quiero es paz"
R. M. de R. El Gobierno británico gusta decir que Irlanda del Norte es la zona menos violenta del país y tiene razón al referirse a delincuencia común. En terror político, el Ulster está a la cabeza de Europa y no hay paz en perspectiva.
"No me importa el valor de los daños", decía ayer Paddy Collins, un tratante de ganado cuya casa había sufrido serios desperfectos por la explosión de Newry. "Todo lo que quiero es paz". En las dos últimas semanas Collins no ha hecho más que tener noticias de atentados mortales, a sumar a los rutinarios tiroteos de castigo aplicados por miembros del IRA contra personas que llevan una vida incivil. En este plazo de tiempo, y exceptuando la víctimas de ayer, siete personas, cuatro de ellas en Belfast, han sido asesinadas en la provincia, la última de ellas un taxista protestante ametrallado a la puerta de un hospital infantil.
Las víctimas de esta serie de atentados han sido desde policías y colaboradores y ex colaboradores de las fuerzas de seguridad hasta ciudadanos a los que sólo distingue su creencia religiosa.
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