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De nuevo en la carretera

El transporte terrestre vive una época de crisis

Más de un millón de familias españolas viven, directa o indirectamente, del transporte terrestre de mercancías por carretera, un sector que en 1989 facturó 1,73 billones de pesetas y que, en la actualidad, se enfrenta a un futuro incierto. Según los datos de la gran patronal del sector, el volumen de negocios bajará este año, y, además, los expertos apuntan que para ser competitivos tienen que desaparecer 20.000 camiones.

El 14% de la población activa se gana la vida al borde de un volante. Esta actividad representa el 6% del producto interior bruto (PIB). El 69% del sector es propietario de un solo camión. De las 165.000 empresas que se dedican en España a este negocio, el 82% es dueño de un único vehículo y el 16,3% tiene entre dos y cinco. Sólo existen en España 400 empresas con más de 20 camiones y media docena que tienen más de 100. Si en España una empresa media tiene entre seis y 20 vehículos, en Francia tiene un centenar. El número total de camioneros es incierto. La Administración dice que son 145.000, mientras que los autónomos dicen que el total son 300.000.Por tanto, la gran atomización del sector representa muchos problemas ante la competitividad. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) comunicó al Ministerio de Transportes la necesidad de hacer una reconversión del sector. Los estudios de los especialistas en este tema apuntan que en España sobran 20.000 camiones. Además, el volumen de negocios de 1990 no va a ser tan satisfactorio como el de 1989: 1,73 billones frente al billón y medio de 1988, ya que la venta de cabinas de camiones ha bajado un 38% y la venta de semirremolques ha disminuido un 15%. A esto se añaden los problemas de los transportistas para pagar los plazos de sus camiones. La banca los ha considerado, tradicionalmente, como "buenos pagadores", pero el porcentaje de fallido (camioneros que no pagan el crédito que han pedido) es del 12,8%. Por su parte, Manuel Panadero asegura que el sector puede recuperarse en el plazo de un año.

Trabajador-patrón

El 98% del sector no tiene más de cinco vehículos, por lo que son a la vez patronos y trabajadores. De ahí que Nicolás Redondo, secretario general de UGT, calificara esta huelga de "cierre patronal". Este colectivo es el que, entre el 9 y el 19 de octubre, mantuvo una huelga que paralizó a toda España y causó pérdidas por valor de más de 55.000 millones de pesetas. El motivo de esta huelga está en la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres (LOTT), que se publicó en julio de 1987, en una época de pleno auge del sector. Pero la orden que la reglamenta no ha aparecido en el Boletín Oficial de Estado (BOE) hasta el 8 de octubre de 1990, cuando los resultados económicos habían bajado en comparación con el año anterior, mientras los precios de los carburantes subían como la espuma (en un mes, un camionero ha pasado de destinar al gasóleo 100.000 pesetas a 138.000).

Un día después, el 9 de octubre, los camioneros autónomos se pusieron en huelga alegando que no se ha cumplido esta ley. Sus reivindicaciones y quejas fueron presentadas por alguna de las asociaciones convocantes de la huelga, como la Asociación Sindical de Transportistas Autónomos de las Comunidades de España (ANTAC), en el mes de junio. Según sus declaraciones, el Ministerio de Transportes pidió un plazo de tres meses para intentar solucionarlas.

Ellos aceptaron con la condición de que, si no respondían, irían a la huelga en la primera quincena de octubre. Y así lo hicieron el martes 9 de octubre. Una semana más tarde, el martes 16, el director general de Transportes Terrestres, Manuel Panadero, tras firmar con las dos grandes patronales del sector, la CETM y la Federación Nacional de Transportes Discrecionales de Mercancías (Fenadismer), la regulación de tarifas, declaraba que no recibiría a las asociaciones de camioneros autónomos porque no alcanzaban a representar el 10% del sector; 24 horas más tarde pedía con toda urgencia una reunión con estas asociaciones que antes calificaba como "minoritarias".

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