España puede asumir con ajustes la unión monetaria en pocos años, según la Comisión Europea

España, al igual que Italia y el Reino Unido, necesita algunos ajustes, que podrá hacer "en pocos años", para incorporarse plenamente a la unión económica y monetaria (UEM), según el informe Un mercado, una moneda, presentado ayer por la Comisión Europea. A cambio, cosechará beneficios decisivos: reducción de tipos de interés, estabilidad de precios, control de la inflación y eliminación del déficit público, además de la modernización de los mercados financieros. "Esto supondrá una gran ventaja para un país como España, que necesita importantes entradas de capital para impulsar la inversión y el crecimiento" señala el informe."La unión monetaria producirá un aumento del 8%. del producto nacional bruto de la CE si se cumplen determinadas circunstancias", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Henning Christophersen. Aunque el beneficio total no se conocerá hasta que exista una moneda única, el estudio señala que se producirá un ahorro anual de entre 1,7 y 2,4 billones de pesetas sólo por la eliminación de los costes de transacción de las monedas entre los Doce.

Los cambios de divisa se traducen en una merma del 1,2%. del producto nacional bruto y en el recorte del 4%. en el beneficio de las empresas. Contar con una sola moneda le representaría a la CE ahorrarse unos 20 billones de pesetas al año. La reducción de la inflación que impondrá la unión económica y monetaria (UEM) se traducirá en un aumento del 0,2% en el crecimiento. La reducción de los riesgos de cambio en sólo medio punto produciría "a largo plazo un crecimiento acumulado que podría llegar al 5% del PNB".

A todas estas ventajas la Comisión añade su convicción de que las dos crisis de la pasada década se hubieran soportado mejor con unión monetaria y, "esta seguridad se ve ahora reforzada con la crisis del Golfo". Frente a la propuesta española de alargar el proceso, Christophersen defendió "una segunda fase muy breve, porque pensamos que la participación en el sistema mejorará la convergencia" de las economías. El paso a la tercera etapa, la de la creación de una moneda única, "es una decisión política que corresponde a la cumbre de la CE".

El informe sobre la unión monetaria afirma que siete países pueden integrarse sin apenas dificultades (Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca e Irlanda). Para otros tres, entre ellos España, hacen falta algunos ajustes a realizar en un plazo tiempo muy breve. Grecia y Portugal deben hacer frente a cambios de gran envergadura, y para ellos bastaría un compromiso de incorporarse plenamente al sistema una vez que finalice su periodo de transición.

España figura también entre los cinco países a los que la unión monetaria ofrece claros beneficios gracias a la estabilidad de precios que conlleva. "El Gobierno", según destaca el informe, "es favorable a impulsar la integración pero le gustaría incluir medidas para ayudar a las regiones más desfavorecidas". Estas políticas de apoyo están previstas, según la Comisión Europea, quien insiste en que "los líderes financieros contemplan muy positivamente el acceso a la UEM".