El bumerán de 'Boom Boom'

Boom Boom, ópera prima de Rosa Vergés, ha conseguido algo inusitado en la raquítica industria del cine español: reestrenarse en una ciudad como Madrid, cuya cartelera está tan dominada por el cine norteamericano. El filme fue estrenado en el mes de junio y retirado de la cartelera madrileña -así como de otras ciudades, a excepción de Barcelona- a los pocos días. Desde ayer ha vuelto a la cartelera de Madrid, debido al éxito obtenido en los festivales de Venecia y Montreal.

"Mi película fue estrenada en 20 ciudades españolas el 8 de junio. No es que yo pensara que había hecho el mejor filme de la historia del cine pero, la compañía multinacional que la distribuía hizo el lanzamiento en plenos Mundiales de fútbol y fue una especie de pesadilla, a excepción de Barcelona donde lleva 19 semanas en cartel", afirma la directora Rosa Vergés."Parecía como el juego de Risk, porque iban cayendo ciudades donde la película desparecía de cartel, y no había manera de evitarlo. En todo ese proceso descubrí que, más difícil que conseguir dirigir tu primera película, es llegar a estrenarla porque hay muro, impuesto por los exhibidores, entre los creadores y el público. Más aún, creo que el público español no ve más cine español porque no le dejan, no le dan tiempo para ello", añade Vergés.

Lo que ha sucedido luego con Boom Boom, desde el pasado mes de junio hasta ahora, le parece a la directora -nacida en Barcelona hace 35 años y que también es coguionista de su película- una especie de cuentos de hadas, con su pertinente final feliz aunque, para ser exactos, hay que citar que el filme se reestrena en unos cines, los Renoir, caracterizados por apostar y apoyar de una manera constante al cine español y al cine independiente que merezca tal nombre de cualquier nacionalidad.

El milagro, lo que ha hecho que Boom Boom se convierta en una película bumerán, ha venido de fuera de España. Concretamente de los últimos festivales de Venecia y Montreal, donde la película obtuvo gran éxito de público, crítica y, además, ventas a otros países, cosa nada habitual por estos lares.

A ello también ha contribuido que Boom Boom nació como una película destinada a Europa: coproducción hispano-belga rodada en tres idiomas (catalán, castellano y francés); actores españoles (Sergi Mateu, Fernando Guillén Cuervo) y belgas (la cantante-actriz que lleva por nombre Viktor Lazlo, igualito que el del marido de Ingrid Berginan en Casablanca); y, todo ello, en clave de comedia sobre las relaciones amorosas hoy.

"Espero que esta historia de Boom Boom sirva de ejemplo y de reflexión para otras películas españolas, porque demuestra que en nuestro país no hay dinero para promocionar los filmes que hacemos y, como duran tan poco en las salas de cine, el público ni siquiera puede llegar a enterarse de que existen", dice Rosa Vergés.

Ahora, la directora confía en que se produzca en otras ciudades españolas el mismo efecto bumerán que en Madrid. Mientras, en Bélgica, Canadá, febrero en Italia y otros países europeos, Boom Boom está en las salas de cine. Por su parte, Rosa Vergés, acaba de empezar a escribir la que será su segunda película y cría a la par a su hijo recién nacido. "Este hijo nació en un cine-forum", dice. "Voy a seguir viviendo y haciendo cine en Barcelona. La próxima película, que ahora estoy escribiendo el guion con Jordi Beltrán, lo único que sé es sobre lo que tratará: la soledad ahora. Pero de una manera positiva".