La piscina del Senado
Leo en EL PAÍS del pasado día 29 de septiembre que el edificio del Senado va a estar equipado, entre otras cosas, con piscina (contraincendios), dos saunas, dos vestuarios con duchas y un área que podrá ser utilizada como gimnasio. Siento indignación al ver cómo los senadores, con dinero público, disponen de tan estupendas instalaciones para su tiempo de ocio, en tanto el instituto en el que trabajo de profesor de Educación Física dispone de unas instalaciones deportivas ridículas. Los alumnos, por ley, tienen derecho a una educación física digna. En mi centro de trabajo se da la triste situación de que a cada alumno le corresponde la superficie de gimnasio menos de la que tiene asignada en su aula habitual (sale a un metro cuadrado por alumno).Está bien que se construyan instalaciones deportivas. Pero primero las que cubran la educación de nuestros alumnos, y luego las que cubran el ocio de un grupo selecto.-
