Los egipcios votan en referéndum la disolución del Parlamento

Los egipcios votaron ayer en referéndum sobre la disolución del Parlamento, de 458 escaños, cuya elección anterior había sido declarada ilegal por el Tribunal Supremo.El presidente, Hosni Mubarak, decidió someter a plebiscito popular la disolución parlamentaria, conforme al dictado de los jueces supremos, aprovechando el auge de su popularidad. Mubarak declaró al depositar su voto que "Egipto entra en una nueva era". Se da por descontado que el sí (a la disolución) será mayoritario, pese a una previsible baja participación, por cuanto de una población de 55 millones, solamente 15 millones solicitaron su carné de votante.

En el caso de que la población decida la disolución, Mubarak firmará la anulación de la legislatura actual y, en un plazo de 60 días, se convocarán nuevas elecciones, cuyo resultado se cuantificará según el método nominal, y no proporcional como en la elección precedente.

El Tribunal Supremo de Egipto alegó sobre la ilegalidad del actual Parlamento que en las pasadas elecciones estaban unidos indistintamente candidatos independientes con otros de distintos partidos. Por ello, los magistrados establecieron que no hubo igualdad de oportunidades y que la Asamblea legislativa era ilegal.

Tanto el partido gobernante, el Nacional Democrático, como las fuerzas de oposición apoyaban el sí en la consulta (a favor de la disolución). Por el momento, siguen siendo ilegales el Partido Comunista y el Nasserista.

En algunos medios de la abogacía egipcia se criticó la decisión de Mubarak de convocar el referéndum por considerarlo innecesario, puesto que, según ellos, la simple firma de disolución del jefe del Estado era suficiente.

Sin embargo, el presidente Mubarak ha querido ser respetuoso con la Constitución, que obliga a la disolución después de una consulta popular, lo que para los abogados no es necesario porque el Tribunal Supremo ha dictaminado ya la inconstitucionalidad del actual Parlamento. Los resultados se darán a conocer hoy.