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Una larga géstación de 11 meses

Juan Arias

El parto ha durado 11 meses. Y durante la larga gestación se llamó la cosa. La concepción de la cosa, del nuevo PCI, había tenido lugar el 12 de noviembre pasado.El nuevo secretario comunista, Achile Occhetto, tras la caída del muro de Berlín y el fracaso de su partido en las elecciones municipales de Roma, decidió en absoluta soledad dar el gran paso anunciado. El partido comunista más grande de Europa occidental se preparaba para cambiar su nombre y su símbolo y convertirse así en una nueva fuerza política de la izquierda democrática europea.

El anuncio cayó como un rayo. Pietro Ingrao, el padre de la izquierda del PCI, que estaba en España, se enteró por los periódicos. Y así muchos otros líderes históricos. Y sobre Occhetto descendió la maldición de la vieja guardia nostálgica, que amenazó con una ruptura, acusando a Occhetto de querer liquidar de un plumazo al partido comunista. Según esos sectores, el PCI no tenía "que avergonzarse de nada en su pasado".

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El, pasado 20 de noviembre, Occhetto, en el Comité Central, órgano supremo de gobierno del partido, vivió la jornada más dramática de su vida política y hasta existencia¡. Los 230 líderes del partido comunista se enfrentaron durísimamente. Exigieron al secretario que primero se discutiera la cosa, es decir, la sustancia del cambio, y después el nombre. Nacieron los partidos del sí y del no. Occhetto tuvo que echar, en parte, marcha atrás. Dio un año de tiempo para abrir un debate en la base y se convocó un congreso extraordinario. Lo ganó Occhetto por un 64%. Pero el partido siguió dividido.

Siguieron las peleas durante 11 meses. Y por fin, cuando Occhetto estaba para anunciar el parto, se le adelantó el gato Bettino Craxi, quien, con un zarpazo, anunció el cambio del nombre de su partido, el socialista, que además dejará de ser partido para convertirse en un movimiento en clave regional federalista, bajo el nombre Unidad Socialista. Y alertó al secretario comunista Occhetto de que la nueva criatura comunista debía llamarse "socialista", so pena de obstaculizar la entrada del nuevo partido en la Internacional Socialista.

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