Jordania se aprieta el cinturón
Austeridad en el reino hachemí para hacer frente a las consecuencias del conflicto
ENVIADO ESPECIAL, El Gobierno de Jordania, empobrecido por la crisis del Golfo y cerca de la ruptura diplomática con Arabia Saudí, país del que hasta el 16 de septiembre recibía mensualmente un millón de barriles de petróleo, ha decidido cortar en varias horas el horario de los establecimientos públicos y comercios privados y mantener el alumbrado callejero únicamente hasta las cinco de la madrugada. El recorte energético, que podrá ampliarse, proporcionará un día más de asueto a los funcionarios.
Las nuevas disposiciones establecen que los vehículos oficiales, incluidos los asignados a los ministros, no podrán circular durante las jornadas de descanso, y los cafés, restaurantes, clubes y cines cerrarán a las once de la noche. El parpadeo de las luces de neón y las fiestas nupciales de un país apenas bullicioso para los gustos occidentales deberán concluir a la misma hora. Las reservas de petróleo del reino hachemí disminuyen con rapidez y las donaciones de terceros países no parecen suficientes.Los acuerdos del Gabinete del rey Hussein, que no afectan a los centros asistenciales, entrarán en vigor el próximo día 13. Su cumplimiento será estrictamente vigilado por la policía y cinco comisiones ministeriales, pero quedan fuera de su alcance el estamento militar y las oficinas de interés nacional. Los expertos gubernamentales confían en ahorrar un 20% en el consumo de crudo.
Jordania, con 3,5 millones de habitantes y una gran dependencia de la materia prima importada, consume unos 60.000 barriles diarios, y sus campos petrolíferos, situados cerca de la frontera con Irak, apenas producen una pequeña parte de esas necesidades. El ministro de Energía y Recursos, Thabet al Taher, manifestó a finales de septiembre que el país tenía recursos para "unas pocas semanas", aunque el jefe de Gobierno, Mudar Badram, precisó el sábado que el volumen de crudo almacenado era suficiente, por el momento, para evitar la aplicación de medidas más radicales.
Deuda contraída
Arabia Saudí, que ha cerrado sus agregadurías militar, comercial y cultural en Ammán, abastecía a Jordania con un millón de barriles mensuales, hasta que interrumpió su oleoducto como consecuencia, no reconocida oficialmente, de la política contemporizadora de su Gobierno con el régimen de Sadam Husein. Riad justificó el corte del suministro en la existencia de una deuda de 40 millones de dólares contraída por Jordania a partir de 1986, pese a que portavoces gubernamentales afirmaron en Ammán que el rey Fahd había renunciado en su día al cobro de esa cantidad. El ministro de Petróleo saudí precisó que el rey Fahd no estaba muy al tanto de las operaciones comerciales con el crudo.El Gobierno jordano, por su parte, afirmó esta semana que había pagado seis millones de ese déficit y que estaba dispuesto a cumplir con los intereses generados por el débito hasta que quedasen solventados los términos económicos de la disputa. No parece probable que Arabia Saudí, que el viernes retiró a su embajador de Ammán y anteriormente había expulsado a 32 diplomáticos y funcionarios jordanos, vaya a reconsiderar su decisión.
La visita a Jordania de Yasir Arafat, aliado de Irak, que ayer se entrevistó con el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Salem Masabeh, posiblemente no contribuya al acercamiento entre las dos naciones enfrentadas.
Mientras tanto, enviados deAmmán sostienen contactos con diversas compañías internacionales de petróleo para encontrar una alternativa al descenso del crudo procedente de Irak, cuyos oleoductos suministraban el 90% del total consumido por Jordania.
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