Las víctimas del cierre
El cierre temporal del Gobierno de Estados Unidos, decretado automáticamente tras el veto presidencial al presupuesto extraordinario y provisional propuesto p? r el Congreso el pasado. sábado, no sólo ha afectado a los turistas que durante todo el fin de semana no han podido acceder a los museos y monumentos nacionales más famosos del país.A partir de mañana, martes, si el presidente George Bush y el Congreso no han alcanzado un acuerdo, cientos de miles de funcionarios federales no podrán regresar a sus trabajos. Se trata de los funcionarios cuyos trabajos han sido calificados como "no esenciales". Algunas de las víctimas de esta situación son colaboradores directos del presidente, corno los cocineros de la Casa Blanca, los técnicos de sonido de la sala de prensa de la residencia presidencial o los jardineros.de la primera dama, Barbara Bush.
La situación provocada ha representado un duro e inesperado golpe para millones de norteamericanos y centenares de miles de turistas que el pasado fin de semana no pudieron visitar museos, pasear por algunos parques o tomar fotografias en conocidos lugares.
El cierre del Gobierno también demostrará a muchos norteamericanos que su país está atravesando una crisis financiera muy delicada. La discusión presupuestaria dejará sin trabajo a secreta rias, lampistas, ascensoristas, pintores y bibliotecarias y motivará un receso en el pago de programas federales, en el en vío de las pagas a los jubilados y la paralización de espectáculos y exposiciones con ayuda federal.
El Pentágono y los servicios aéreos han sido calificados como servicios esenciales, así como los departamentos de policía y los centros hospitalarios. El servicio de Correos seguirá funcionando, así como los trenes y el sistema comercial aéreo, corno también los servicios aduaneros y de inmigración.
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