El 'mesías' del ladrillo
La cooperativa de UGT reunió en Las Ventas a 10.000 personas para informar del Plan 18.000
"Los políticos no quieren mojarse en estas cosas". Eso comentaba un técnico de PSV poco antes de que empezara el acto. Los políticos que no querían tal cosa eran el alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, y el presidente regional, Joaquín Leguina. La cosa en cuestión era PSV y su participación en el Plan 18.000. Las dos autoridades recibieron sus invitaciones, y una de ellas se excusó brillantemente: "Ha llamado la secretaria de Leguina diciendo que tenía problemas, no sé de qué tipo", dijo el mismo técnico. Promoción Social de Viviendas, la cooperativa que nació hace dos años del vientre de UGT, concentró anoche unas 10.000 personas en Las Ventas.
Aunque todos no eran cooperativistas, la mayoría de ellos llegaron allí para escuchar a los dos protagonistas de la noche: Carlos Sotos Pulido, gerente de PSV, y el dúo humorístico Martes y Trece. Ellos fueron el espectáculo y de ellos fue la noche. También estaba Andrés Aberasturi, más cálido y afable que nunca, presentando a los protagonistas. También fue y habló Paulino Barrabés, ahora presidente de PSV y hasta hace poco el cerebro financiero de UGT. La plana mayor de UGT: José Luis Daza, Antón Saracíbar y, por supuesto, Nicolás Redondo. Pero la noche era de Sotos, un ex concejal comunista en el Ayuntamiento de Madrid que anoche no renunció a su sempiterna pajarita: "Una especie de yuppy que ha hecho el camino al revés", según la presentación que de él hizo Aberasturi. "Pri- mero estuvo en la empresa privada, y después, a la pública", apostilló el presentador. Sotos, naturalmente, desmintió después ser un yuppi. La noche y el público tenían que ser suyos porque para eso lleva invirtiendo en su "proyecto de economía social" una cantidad de dinero que muy pocos conocen. De momento, PSV se ha gastado cerca de 500 millones de pesetas en una campaña publicitaria, incluido el acto de anoche, que inundará durante dos meses todos los medios de comunicación. Durante ese tiempo, Sotos tratará de explicar lo que es PSV y su proyecto pionero de economía social.
"De mi bosillo"
Cuando a Sotos se le pregunta de dónde saca el dinero para tantas campañas y de dónde salen los 60 millones mensuales que cuesta el alquiler de la tercera y cuarte plantas del edificio de Azca donde se encuentra la sede de PSV, la respuesta suele ser original: "De mi bolsillo". Sotos asegura que durante los años recientes del boom inmobiliario ganó mucho dinero. "Lo que ocurre es que yo he decidido invertirlo en un proyecto que no persigue fines lucrativos, sino satisfacer una demanda social de vivienda". Algunos lo creen y otros se permiten esbozar sonrisas malévolas.Pero el ex concejal se ha hecho más conocido desde que se supo que a PSV se le adjudicaron cerca de 6.000 viviendas en el Plan 18.000. "¿Qué tenemos que decir del Plan 18.000", clamaba anoche en tono mitinero, que lo hemos ganado". Y no contento con eso, aseguró que PSV ya cuenta con terreno para ofrecer 2.700 viviendas a los numerosos defraudados del plan municipal. Ahí logré arrancar aplausos. En el mini-mitin no se habló, por supuesto, de cómo se iban a financiar las viviendas más baratas del plan, las que sólo deben de costar entre cinco y seis millones. Se pagarán con el dinero de los que hayan conseguido viviendas del módulo 3, las más caras. Eso lo ha reconocido Sotos en numerosas ocasiones, pero el frío que hacía anoche invitaba a calentar el ambiente en vez de castigarlo con cálculos matemáticos. Por eso, en la entrada, 20 azafatas regalaban, en vez de calculadoras, un chubasquero verde con las insignias de la cooperativa. "Temíamos una gran tormenta", explicaba una relaciones públicas de PSV.
En el escenario, tres pantallas de vídeo mastodónticas, y en las gradas, los anagramas luminosos de UGT y PSV, que se movían hasta fundirse en uno sólo como si de una unificación alemana se tratase.
Cuando Sotos acabó, a los humoristas de Martes y Trece les dio por burlarse "del bolso enorme de Loewe que llevan esas dos señoras de la primera fila". Las dos señoras se llamaban Cristina y Maribel Sotos, hermanas de la estrella de la noche.
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