Corporación Banesto negocia con el Banco de España la provisión de minusvalías

La Corporación Industrial Banesto está intentando que el Banco de España le permita cargar las provisiones que, circunstancialmente, tenga que dotar para cubrir las minusvalías, contra las reservas y no sobre la cuenta de resultados, según señaló ayer el consejero-delegado de la corporación, Arturo Romaní. El directivo de Banesto considera que las autoridades tendrán que permitir esa actuación, lo que supone que pueda ajustarse a la normativa mercantil y no tenga que presentar sus cuentas cada trimestre al Banco de España junto a las de Banesto.

Ello supondría una novedad que, según fuentes del Banco de España, no se ha experimentado todavía por lo que se tiene que revisar la normativa bancaria vigente. Sin embargo, el gobernador, Mariano Rubio, aseguró la semana pasada en Washington que, con la ley en la mano, el Banco estudiaría todas las posibles vías para que las minusvalías producidas por la caída bursátil no suponga un problema de liquidez en los bancos (ver EL PAÍS del 27 de septiembre).De cualquier forma, Romaní manifestó que espera que no se produzcan minusvalías y que, por tanto, no tenga que provisionar. Anunció que en el tercer trimestre los beneficios habían llegado a 21.377 millones de pesetas, lo que situaba a la entidad en una buena posición.

Reconoció, no obstante, que la Corporación había perdido en torno a 50.000 millones de pesetas en la Bolsa, cantidad que quedaría cubierta con las reservas con que cuenta a final de año siempre que saliera adelante, la solicitud hecha al Banco de España. Las reservas de la Corporación se cifran en 226.516 millones y su capital social es de 22.258 millones.

También admitió Romaní que el banco había adquirido títulos de la Corporación con objeto de mantener el valor bursátil por encima del valor contable, que ronda las 1.050 pesetas. De esa forma, Banesto tiene en torno al 80% de la Corporación, del que el 4% está en manos de La Unión y, el Fénix y Portland Iberia.

Precisamente, el banco está dispuesto a desprenderse de una parte de ese capital aunque manteniendo el control de la Corporación. En principio había decidido colocar el 26% hasta quedarse con el 50% directamente. Sin embargo, ahora admite que puede desprenderse de un porcentaje mayor. Para la colocación, que fue aplazada sine die en agosto, cuenta con tres posibilidades: la colocación privada, colocación en las bolsas e intercambio de acciones con otros grupos.

El consejero delegado comentó que había perdido el interés por Aristráin tras la negativa de la familia propietaria de¡ grupo siderúrgico a venderlo a la Corporación. Asimismo, anunció que Andoni Aizmendi, director general de la Corporación, será el vicepresidente de Dorna, sociedad centrada en el segmento de deporte en la que tiene el 50%.