Menem vuelve a aplazar la venta de Entel hasta el próximo 4 de octubre

El Gobierno argentino suspendió nuevamente, hasta el próximo jueves 4 de octubre, la firma del contrato para el traspaso de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) a la Bell Atlantic y a Telefónica española, las dos compañías que se adjudicaron las zonas norte y sur en que fue dividida la Entel para su venta.

El presidente del Gobierno argentino, Carlos Menem, y la interventora de Entel, María Julia Alsogaray, se reunirán en Nueva York con directivos de la Bell Atlantic y su banco financiero, y el Manufacturers Hannover, para "asegurar" que la Bell se haga cargo de la Entel-Norte el 8 de octubre. "Esto es una decisión política del Gobierno", admitió Alsogaray.El lunes 8 de octubre, día del cumpleaños de la interventora, parece ser para el Gobierno la fecha que dividirá en dos la historia contemporánea de los argentinos. Todos los esfuerzos para que la Bell y el Manufacturers Hannover no renuncien a la compra de la zona Norte de Entel están sometidos a la presión de esa impostergable jornada de gloria. A los bancos que colaboren con la Bell en reemplazo del Manufacturers se les ofrece ahora prorrogar los plazos establecidos en el pliego del concurso para depositar unos 2.000 millones de dólares en bonos de la deuda externa argentina.

Estas nuevas facilidades han provocado la reacción del grupo Telefónica-Citibank, que desean también participar de esos beneficios extras si los hay para otros. Debajo de ellos aguarda el consorcio liderado por la Stet -la Telefónica italiana-, que no ganó con su oferta en ninguna de las dos zonas y está dispuesta a ,iniciar una demanda ante la justicia si el Gobierno argentino no respeta las reglas que fijó en el concurso.

El traspaso de Entel en los plazos previstos tiene para el Gobierno argentino el valor de un símbolo. Poco después entregará también Aerolíneas Argentinas al grupo Iberia-Cielos del Sur, que depositó por fin el dinero de la primera cuota, y tiene listo ya el decreto para autorizar la venta de las empresas del Estado encargadas de los servicios de gas, luz, agua y del metro de Buenos Aires.

El presidente Menem estima que tras liquidar todo Argentina habrá reducido su deuda externa con los bancos privados de 40.000 a 20.000 millones de dólares. La estrategia cuenta con el apoyo firme y explícito del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que están dispuestos a su vez a financiar indefinidamente el resto de la deuda externa, otros 20.000 millones de dólares.