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El hijo de Bush presta declaración por una quiebra de 1.000 millones de dólares

Neil Bush, el hijo mayor del presidente de Estados Unidos, se declaró ayer inocente ante los investigadores de la Oficina de Control del Ahorro (OTS), respondiendo a una acusación administrativa de conflicto de intereses que le relaciona directamente con la bancarrota de una entidad de ahorro que ha costado al contribuyente estadounidense 1.000 millones de dólares (casi 100.000 millones de pesetas).

La investigación, que se está desarrollando en Denver (Colorado), podría salpicar al propio presidente Bush y podría ser utilizada por los demócratas en las elecciones M próximo mes de noviembre. Neil Bush, que no está procesado, no ha podido evitar el escándalo ni la colocación de miles de carteles en todo el país en los que se lee: "Jail Neil Bush" ("Cárcel para Neil Bush").El hijo de Bush, que se ha declarado inocente de las acusaciones, era el responsable de la caja de ahorros Silverado, de Denver (Colorado), una de las Savings and Loans (cajas de ahorros) más conocidas del país. Durante su etapa como director de la entidad, la Silverado Banking, Savings and Loan Association, alcanzó unas pérdidas de 1.000 millones de dólares. Bush concedió créditos a una sociedad en la que participaba él mismo. La Silverado cerró en 1988.

50 billones de pesetas

El agujero provocado en EE UU por este tipo de entidades alcanza los 500.000 millones de dólares (casi 50 billones de pesetas). El caso protagonizado por el hijo del presidente podría ser utilizado como ejemplo para demostrar que el Gobierno está interesado en buscar a los responsables de estas pérdidas.Bush ha declarado que se pretende construir "un caso político", y se ha quejado de que la OTS le quiera convertir en el chivo expiatorio del escándalo de las S & L. La Casa Blanca no se pronunció ayer sobre el inicio de las audiencias de Denver, y la única referencia que se tiene de la opinión del presidente sobre el proceso fue pronunciada por el propio George Bush el pasado 11 de julio. "Tengo una gran confianza en la integridad y el honor de mi hijo. Después de todo, ¿qué padre no expresaría cierta confianza en el honor de su hijo?", dijo el presidente. Barbara Bush, la madre de Neil, ha declarado que el caso es "injusto, porque lo único que pretenden es herir a George Bush, y lo están consiguiendo".

Neil Bush tiene 35 años, y su gestión bancaria en Denver ha costado ya varios disgustos a su padre. Algunos congresistas republicanos han criticado al presidente por no haber sabido corta el escándalo de las S & L, aun que todos saben que los problemas se iniciaron con la presidencia de Ronald Reagan.Los investigadores de la OTS acusan a Bush y a sus 10 socios de la Silverado de negligencia y solicitan 200 millones de dólares.

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