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LA CRISIS DEL GOLFO

Jordania intenta desdramatizar las represalias saudíes

ENVIADO ESPECIAL El rey Hussein y sus ministros intentaron ayer desdramatizar la situación creada por las represalias económicas y diplomáticas adoptadas por Arabia Saudí contra Jordania como castigo por no incorporarse al frente antiiraquí. La voluntad jordana de no arrojar más leña al fuego ilustra la difícil situación de este país, pobre y rodeado de vecinos tan voraces y poderosos como Israel, Siria, Arabia Saudí e Irak. Durante décadas, el reino hachemí de Jordania fue el perfecto Estado tampón. A todos sus vecinos les convenía la existencia del amortiguador jordano.

Ahora, al cortar los suministros de petróleo y expulsar a la mayoría de sus diplomáticos en Riad, Arabia Saudí parece haber decidido que el rey Hussein y sus súbditos jordanos y palestinos pueden morirse de hambre y de rabia.Si Estados Unidos, creían ayer los diplomáticos europeos en Ammán, está de acuerdo con los dirigentes saudíes, el final del reino hachemí puede ser inevitable.

Las autoridades jordanas seguían afirmando ayer no tener conocimiento oficial de la expulsión de sus diplomáticos en Riad, confirmada horas antes por el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí. Los jordanos añadían que en cualquier caso ellos no adoptarían una medida semejan te con los diplomáticos saudíes presentes en Ammán.

En cuanto al cese del suministro de 35.000 barriles diarios de petróleo saudí, el ministro jordano de Exteriores, Marwan Qassem, decía que no se trata de una medida política, sino de "una disputa comercial con los proveedores saudíes". El ministro saudí del Petróleo manifestó el viernes que su país está dispuesto a reanudar el suministro cuando Jordania pague sus facturas atrasadas.

En busca de petróleo

El cierre del grifo saudí puede obligar a Jordania a tener que volver a abastecerse casi por completo del petróleo iraquí. Oficialmente, los jordanos afirman por el momento que están buscando proveedores alterna.tivos y que empiezan a pensar en el racionamiento de la gasolina.

Mientras largas colas de vehículos se formaban ayer ante los surtidores y los ciudadanos jordanos maldecían a los saudíes por apretarles la soga al cuello, la prensa de Ammán reproducía en un lugar destacado, el caluroso mensaje de felicitación enviado por el rey Hussein al rey Fahd con motivo de la fiesta nacional saudí.

Para no calentar los ánimos, los periódicos jordanos no informaban de la expulsión de Riad de sus diplomáticos. El rey Hussein declaraba por su parte al diario The Washington Post que "hay todavía posibilidades de evitar la guerra", y advertía que un ataque contra Irak incrementaría "la inestabilidad que tal acción pretendería evitar".

Señalaba cuatro causas de la crisis del Golfo: el conflicto entre Irak y Kuwait, el mal reparto de la, riqueza en la región, la confrontación entre los árabes e Israel y la proliferación de armamento.

Los jeques de la Casa de Saúd están furiosos con el rey Hussein por haber patrocinado una reunión de grupos radicales árabes en la que se pidió el derrocamiento de las ricas monarquías del golfo Pérsico.

Tampoco aprecian que Hussein rescate ahora el título dejerife de La Meca, que utilizaron sus ancestros antes de ser expulsados de la península Arábiga por la dinastía saudí.

El castigo saudí pone al rey Hussein contra las cuerdas. Si se inclina del lado de Occidente, se enfrentará a los sentimientos de su pueblo, que está con Sadam. Fotos del iraquí empapelan las calles y los vehículos en Ammán y casi a diario el anfiteatro romano de la vieja Filadelfia sirve de escenario a mítines antinorteamericanos.

Si el rey Hussein toma el partido del iraquí se aislará por completo de los países árabes del Golfo y del mundo occidental, de los que necesita imperiosamente ayuda económica.

[El número de refugiados extranjeros en Jordania procedentes de Irak y Kuwait continúa disminuyendo progresivamente, informa France Press. Actualmente hay 32.165 extranjeros en los campos de tránsito.].

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