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Entrevista:LUZ DE GAS

Felipe es duro de pelar"

Aconteció tal cual: el facultades, que le decían en Orihuela, su cuna, salió a abrir la puerta de su domicilio, nos saludó al taxista y a un servidor y, delicada, pudorosamente, nos invitó: "Pasen los dos, pasen". Y en la sala de estar, los tres y su divina hija Clara, conversamos.Pregunta. ¿Este gesto, con el taxista, es la diferencia entre izquierda y derecha?

Respuesta. Ojalá sólo fuera eso.

P. ¿Cuida su línea?

R. No; debo tener un metabolismo ácrata, pero tiendo al centro.

P. ¿Qué le empujó al sindicalismo?

R. Sobre todo el miedo a la miseria moral.

P. ¿La huelga general ha muerto?

R. No ha dejado de vivir y tras el 14-D vuelve a colear.

P. Juraría que nunca será líder de un partido político.

R. No juro; prometo eso.

P. Edad aparte, ¿qué le diferencia de Camacho?

R. El dio vida a CC OO y yo hago porque pervivan.

P. ¿Lee las epístolas periodísticas de su antecesor?

R. Me las enseña antes de publicarlas; no para censurarlas.

P. ¿Fue su monaguillo?

R. Soy iconoclasta.

P. La unidad de acción sindical, ¿es música celestial?

R. Al revés, pone letra a lo que sonaba a música celestial.

P. El reproche del ajuste, ¿no es una pincelada abstracta?

R. Lo diabólico del ajuste es que se presenta como abstracto y crea más desigualdad.

P. ¿Puede explicar las elecciones sindicales a un peatón?

R. Respecto a las elecciones políticas, el discurso sindical se hace práctica inmediatamente

P. Usted es alto, guapo, inteligente. ¿Lo sabía desde su mayoría de edad?

R. No.

P. En este siglo, el 90% de las patentes creadoras del progreso provienen de las pyme. ¿Lo sabía?

R. Sí, y eso responde a nuestra idea: que el productivismo del Norte deje paso a la creatividad del Sur.

P. ¿Tiene más éxito con las señoras o en sus careos con Felipe González?

R. Con las señoras siempre fui un patoso; Felipe es duro de pelar.

P. ¿El ajuste los llevará a secuestrar al presidente democráticamente?

R. Con el ajuste, Felipe, él solo, es cada día más cautivo del poder.

P. ¿Definiría a Anguita?

R. No, ni a mí mismo.

P. Derecha, izquierda, sindicalismo, partidismo, feminismo, ecologismo: ¿son nociones a revisar y a rebautizar?

R. Todo debe ser revisado y posiblemente rebautizado.

P. ¿Carmen Romero es modernidad?

R. Ni la conozco, ni la observo, ni la enjuicio.

P. Aquello del sindicalismo/ correa de transmisión, ¿le avergüenza?

R. Me parece una antigualla que marcó la inoperancia de los sindicatos y la degeneración cultural de la izquierda.

P. ¿Guarda enseñanza de Carrillo?

R. La combinación de errores y aciertos en los que participé un tiempo.

P. Cuando era anónimo, ¿qué hacía?

R. Fui siempre soldador.

P. ¿Toca el clarinete?

R. Es una frustración; llegué sólo hasta su boquilla.

P. Hoy, reunido con Bush, Su Santidad, Castro y Sinatra, ¿qué aportaría?

R. El portazo más sonoro para que quedasen encerrados definitivamente en la habitación.

P. ¿Es comunista?

R. Sí.

P. Ahora se habla mucho de sexo en televisión.

R. Yo prefiero practicar.

P. ¿Qué dice su cara beatífica?

R. Me peleé siempre con los beatos.

P. ¿Se ve morir en CC OO?

R. Siempre seguiré vinculado, pero la muerte es la anécdota más tonta de la vida; no pienso morir.

P. ¿Le gustaría ser millonario?

R. No, sinceramente.

P. ¿Le afectan más los problemas de Guerra o el recién nacido y futuro duque de Alba?

R. No me preocupo de los oyentes, ni atiendo a quien no habla aún.

P. ¿Le va más González o Redondo, profesionalmente?

R. Redondo.

P. ¿Se reconvertirá?

R. Me he autoimpuesto dos mandatos para eso.

P. ¿Inventó en su vida?

R. Nada.

P. ¿Pasó necesidades?

R. Muchas.

P. ¿De qué se priva?

R. No quiero lamentarme.

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