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El clero de Móstoles se moviliza a favor de las familias desalojadas de sus chabolas

En todas las parroquias de Móstoles, los curas leerán hoy en las misas que se celebren en la ciudad un comunicado en el que se responsabiliza al ayuntamiento de desalojo de las 63 familias que vivían en un poblado de chabolas del prado Rebordoño. Dichas familias fueron expulsadas por una empresa del INI, a cambio de 21 millones de pesetas, y ahora rehacen sus chabolas en otro lugar a toda prisa antes de que llegue el mal tiempo.

El comunicado que se leerá hoy lo han realizado conjuntamente la organización Cáritas y las Comunidades Parroquiales de Móstoles. En él se apela a los ocho años de vecindad compartida por los mostoleños con estas 63 familias gitanas de origen portugués y extremeño, y a la ciudadanía española de la mayoría de sus miembros. Pero sobre todo se denuncia la "forma vergonzosa" en la que se ha realizado el desalojo y en la que se ha tratado a las familias de origen portugués gracias al "silencio cómplice" del Ayuntamiento socialista.La Sociedad Estatal para Equipamiento del Suelo (SEPES), empresa del Instituto Nacional de Industria (INI) y propietaria de los terrenos de Rebordoño, llegó a un arreglo con los representantes de los gitanos extremeños por el que esta empresa se comprometía a dar 21 millones de pesetas si el día 19 de septiembre tanto ellos como los portugueses abandonaban su asentamiento, situado en unos terrenos calificados como polígono industrial en el Plan General de Ordenación Urbana de Móstoles.

En el comunicado se acusa a los gitanos extremeños, "inducidos por la SEPES y con el silencio cómplice del Ayuntamiento de Móstoles", de amenazar con violencia a los portugueses y ofrecerles sólo dos millones de pesetas. De las 63 familias asentadas, 36 son de origen portugués y 27 las extremeñas.

Las coacciones y las amenazas de muerte de los extremeños, según el comunicado, consiguieron que las familias portuguesas abandonaran sus hogares "sin que mediase mandamiento judicial alguno". En dicho comunicado se asegura que los gitanos extremeños amenazaron a sus vecinos con palos, ante la inhibición de la Policía Municipal". Un desalojo "vergonzoso", en fin, que para Cáritas y para la Iglesia de Móstoles es responsabilidad directa del equipo de gobierno municipal.

Días de peregrinación

Después de varios días de peregrinación por el término municipal, las familias de origen portugués se han asentado en un terreno próximo al polígono industrial de la carretera de Villaviciosa de Odón, en el camino de Pajarillas, muy cerca de la estación de ferrocarril de El Soto. En el nuevo asentamiento, los chabolistas carecen de agua y de luz y se han encontrado con serias dificultades para continuar la escolarización de cerca de 90 niños que eran atendidos por educación compensatoria.La Iglesia de Móstoles haceun llamamiento a la solidaridad de los vecinos del municipio y pide a las autoridades que busquen una solución a este problema humano, proponiendo la creación de una comisión formada por el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Delegación de Gobierno, aportando recursos para edificar viviendas sociales.

Antonio, de profesión afilador, es uno de los miembros de estas 36 familias pertenecientes a la comunidad gitana de origen portugués. Lleva más de nueve años viviendo en Móstoles, por lo que está empadronado en este municipio, y asegura, envuelto en una ruidosa mudanza de cachivaches, que lo único que quiere es una vivienda digna. "El Ayuntamiento nos trae diariamente agua y cubos de basura", explica el afilador. "Estamos aquí provisionalmente, mientras nos buscan un alojamiento, unas casas o algo, porque aquí no podemos estar. Estamos muy retirados del pueblo, no tenemos luz, no tenernos nada y estamos esperando a que el Ayuntamiento nos ayude en algo".

Según Antonio, que asegura que sus vecinos no están dispuestos a pactar a cambio de dinero, el pasado viernes recibieron la visita del alcalde, Bartolomé González, quien les prometió que el problema del colegio se resolvería con el envío de unos autocares para que los niños puedan ir a clase.

Los chabolistas intentan construir de la forma más rápida posible sus viviendas para evitar que les pille la llegada del mal tiempo o de una nueva tormenta de verano en plena intemperie, como ya les ocurrió hace unas noches.

Protesta de Presencia Gitana

Las 36 familias recibieron la visita del propietario del terreno de este nuevo asentamiento. Éste les ha conminado a que abandonen el lugar cuanto antes y ellos le han remitido al Ayuntamiento asegurando estar en el lugar con el consentimiento municipal.La asociación Presencia Gitana ha denunciado la forma de proceder de la SEPES con unas familias en precario, y ha establecido un plan de acción legal y social contra los responsables de este desalojo realizado sin mandamiento judicial, que "conculca los derechos adquiridos por estas familias durante más de nueve años", familias muchas de ellas formadas por ciudadanos españoles. Presencia Gitana acusa tanto al Ayuntamiento como a la Delegación del Gobierno de inhibición ante este problema denunciado por ellos mismos en vísperas de producirse el desalojo.

Mañana, representantes de Cáritas y de las parroquias de Móstoles mantendrán una entrevista con el alcalde de la localidad para ver las posibilidades de llegar a un acuerdo de solución para estas familias.

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