Hubo fallos de seguridad en los edificios contra los que atentaron los GRAPO

Los miembros de los GRAPO pudieron colocar artefactos explosivos en los edificios de la Bolsa, el Ministerio de Economía o el Tribunal Constitucional el pasado 6 de septiembre porque hubo un relajamiento en las medidas de seguridad. Esta es la principal conclusión del informe que para analizar lo ocurrido ha elaborado la Delegación del, Gobierno en Madrid. El dictamen, según fuentes de la investigación, considera que las medidas de protección existentes en la actualidad son suficientes y adecuadas.

El informe detalla minuciosamente los dispositivos de seguridad y analiza lo ocurrido, pero no impone ni sugiere sanciones.Las fuentes citadas han informado a este periódico: "Se ha confirmado la impresión inicial. Los mínimos de seguridad se cumplen con creces en los tres organismos, especialmente en el Tribunal Constitucional que es el que de mejor dotación dispone. Por ello, se ha recomendado que se refuerce la vigilancia, evitando distracciones".

El informe destaca que el esquema de vigilancia de la Bolsa es bastante bueno y eficaz, con recorridos e inspecciones sistemáticas por la zona abierta al público. Ese día, se inspeccionó a mucha gente, pero la terrorista pasó inadvertida.

Se trataba de una mujer joven que entró en la biblioteca de la entidad y solicitó un libro, para lo que facilitó un apellido que después resultó que no figuraba en el registro. Esa chica, correctamente vestida, consultó el libro y salió de la sala. Al poco rato regresó y volvió a salir de la biblioteca, casi inmediatamente.

La puerta de la biblioteca se encuentra a escasos 10 metros de donde fue colocado el artefacto.

En el Ministerio de Economía también hubo distracción del personal de seguridad, aunque se tiene la certeza de que el terrorista entró con documentación falsa, muy probablemente el DNI, aunque se investiga la posibilidad de que estuviera falseado un carné interno, de los denominados "Cipol".

En el Tribunal Constitucional existía un fallo que ya se ha enmendado. Los funcionarios del organismo tienen la costumbre de entrar en el edificio por la puerta de salida, en lugar de la de entrada, que es la que dispone de arco detector de metales y explosivos. Eso ocurrió el pasado día 6. La terrorista, con un aspecto que podría pasar por abogada, entró por la puerta de salida y salvó el detector. Después la seguridad funcionó al percatarse el funcionario de la maniobra de la mujer, al dejar el paquete en el baño.