Con pies de plomo

El mercado de valores madrileño, resignado a convivir con la incertidumbre, parece decidido a buscar un punto de apoyo desde el que esperar mejores tiempos. El nivel del 225% pareció el peldaño adecuado desde el que iniciar una tímida recuperación. No ha podido ser. Las circunstancias no son las más adecuadas para hacer esfuerzos y la bolsa ha cosechado un nuevo mínimo anual. Pese a todo, el dinero institucional, dispuesto a frenar la sangría de los últimos días en buena parte de los valores y los cazadores de gangas han elevado los ánimos durante unas horas.Los precios de determinados valores han conseguido tentar a los más arriesgados por primera vez en semanas y se han tomado posiciones para aprovechar previsibles repuntes. No obstante, los analistas continúan advirtiendo sobre la volatilidad del mercado. Todo puede suceder. El dinero institucional controla minuciosamente la caída mientras los inversores particulares permanecen en liquidez, con el dinero colocado a corto plazo.

El juego a corto, muestra de la premura con la que se intenta recuperar parte de lo perdido, determinó la pérdida en el índice de cerca de un punto. El mercado desconfia, los volúmenes de negocio continúan bajos y hoy, cierre de ciclo, el parqué espera nuevos descuentos.