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Entrevista:LA CRISIS DEL GOLFO

"La ocupación de Kuwait está en la lógica cruel de Oriente Próximo"

Beirut huele a pólvora. En los cuarteles arde ya de impaciencia la que deberá ser empleada en la batalla final entre Siria y el general Michel Aún. En nombre de la libertad e independencia de Líbano, Aún osó levantarse contra la presencia militar siria en las dos terceras partes del país de los cedros. Ahora está casi perdido.

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Armas egipcias.
Buques argentinos.

El único aliado de circunstancias que había encontrado en todo el mundo, el Irak de Sadam Husein, no puede enviarle armas ni municiones. Hoy no llueven las bombas sobre las ruinas del palacio de Baabda, y el general Aún puede salir de su bunker subterráneo y recibir en el despacho oficial del presidente de la República Libanesa. Es una amplia sala con una jardinera al fondo, los cristales rotos y los techos y las paredes cosidos a balazos. Aún la ocupa desde que en 1988 -en la última decisión del entonces presidente Amin Gemayel- fuera nombrado jefe del Gobierno provisional.Aún es un hombre bajo y macizo de 54 años de edad, que viste un uniforme verde de camuflaje con tres estrellas y dos sables cruzados en los galones. Lleva el pelo corto y el rostro bien afeitado.

Pregunta. ¿Qué opinión le merece la invasión de Kuwait por la tropas de Sadam Husein?

Respuesta. El presidente de Irak, Sadam Husein, no se ha salido de una norma habitual en esta región del mundo y muy cruel: piense en la ocupación israelí de los territorios palestinos o en la ocupación multinacional -por los sirios, israelíes y palestinos- de Líbano. La reacción norteamericana a la invasión del territorio kuwaití no ha estado provocada por la defensa del derecho de los pueblos a la independencia y soberanía, ni por, ningún otro argumento jurídico o moral. Ha estado motivada por meros intereses materiales. El conflicto del Golfo es una disputa por el control del petróleo que produce esta región.

P. ¿Entonces no condena la invasión iraquí, del emirato?

R. Ni la condeno ni la dejo de condenar. Todos los que ahora defienden el reino de Kuwait han sido indiferentes ante el drama que se vive en Líbano. Yo tengo la boca seca de pedir para mi país la aplicación del derecho internacional, la salida de todas las fuerzas extranjeras, y todo el mundo me toma por un imbécil ante tanta insistencia. No son la ley ni la justicia los que rigen el mundo, sino la fuerza. Así que del conflicto del Golfo sólo puedo decir que gane el que más pueda y sea más fuerte.

P. Usted es un perdedor casi con toda seguridad. Ahora Irak no está en condiciones de prestarle ayuda para hacer frente a los sirios.

R. Irak dejó de ayudarme hace ya un año. Los norteamericanos y la Liga Árabe presionaron a Sadam H usein para que no me enviara ni un cartucho más.

P. ¿Dónde puede encontrar nuevos apoyos en estos difíciles momentos?

"Me limito a resistir"

R. Como en Oriente Próximo no hay lógica, quién sabe si la crisis del Golfo va a traerme nuevos aliados. Yo me limito a resistir entretanto.

P. Todo Beirut cree que el ataque sirio es cuestión de semanas a lo sumo, que el presidente sirio, Hafez el Asad, ha obtenido de James Baker luz verde para desembarazarse de usted.

R. Ahora hace falta que Siria acepte ese regalo o mejor, que le convenga aceptarlo ahora.

P. ¿No siente usted un temblor ante el acercamiento político entre Siria y Estados Unidos?

R. Me escandalizo; aunque llevo tiempo escandalizado. Ese acercamiento entre Estados Unidos y Siria no es algo nuevo, de hoy, empezó cuando Washington reprochaba todavía a Siria su patrocinio del terrorismo internacional, y, en cambio, apoyaba la penetración siria en Líbano.

P. ¿En estos momentos y en su situación, ve alguna solución a los 15 años de guerras libanesas?

R. La salida de todas las fuerzas extranjeras y la celebración de elecciones libres bajo el control de la ONU y del mundo árabe.

Desarmara las milicias

P. ¿Quién asumiria el papel de desarmar a las milicias?

R. El ejército regular libanés.

P. Permítame dudar de la capacidad del ejército libanés que usted dirige para pacificar por sí solo Líbano. Ni tan siquiera ha sido capaz de derrotar a la milicia de las también cristianas Fuerzas Libanesas.

R. No ganamos esa guerra porque al mismo tiempo tuvimos que combatir a las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea y mantener nuestras espaldas cubiertas contra un posible ataque sirio.

Tuve que ahorrar hombres, armas y municiones, mientras que las Fuerzas Libanesas recibieron constantes suministros de sus protectores, las tropas del estado de Israel.

P. Está usted muy solo.

R. (Tiene una sonrisa cómplice con la respuesta). En estos momentos me encomiendo a todos los santos y a Dios. Lo que se avecina va a ser una batalla definitiva, porque habrá un Líbano independiente y democrático o no existirá.

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