"Tenemos un nivel de seguridad aceptable".

Ana María de Vicente-Tutor Guarnido, nacida hace 43 años en Zaragoza, es Ana Tutor para todo el mundo. Está casada con el periodista Alfonso S. Palomares, presidente de la agencia Efe, y es madre de cuatro hijos. Lleva cuatro años al frente de la Delegación del Gobierno y su imagen tiene muy poco que ver con la de aquellos gobernadores civiles de otra época, de aspecto gris y envarado. No le gusta ningún cargo típico de chica y prefiere estar en sitios más complicados. Estrecha colaboradora de Tierno Galván, sueña con volver al Ayuntamiento.

Pregunta. ¿Se puede vivir hoy seguro en nuestra ciudad? Respuesta. En Madrid hay un nivel de seguridad aceptable en comparación con otras ciudades españolas, aunque no hay que echar las campanas al vuelo, sino mantener una tensión de trabajo permanente.

P. ¿La seguridad en las calles es el principal problema de los madrileños?

R. Hace dos años, la seguridad era la preocupación principal. Pero hoy, en cualquier encuesta de opinión, ésta pasa a ocupar un tercer o cuarto lugar, mientras que la droga sí que mantiene un segundo puesto. Por eso mi objetivo prioritario es eliminar esta lacra social que entraña la droga.

P. ¿Y cómo va a hacerlo?R. La persecución de la droga hay que hacerla en dos niveles: primero, contra las grandes organizaciones de traficantes, y segundo, en aquellos lugares próximos a nuestros menores y en los núcleos marginales que favorecen el desarrollo de esta actividad delictiva. Estos núcleos marginales se enfrentan a la sociedad, que también les rechaza a ellos. Por eso hay que hacer el esfuerzo de integrarles en la sociedad y, paralelamente, introducir medidas policiales muy efectivas.P. Recientemente, usted ha cerrado por tres meses la discoteca Archy, quizá el lugar de reunión más conocido de la gente guapa de Madrid. ¿Significa esto que no va a haber zonas ni sitios privilegiados que queden al margen de la lucha contra la droga?

R. Nunca ha habido recintos cerrados ni privilegiados. Se va a trabajar en todos los sitios donde pueda haber una base que permita el tráfico de drogas. En cualquier establecimiento público, en la calle...

P. Todavía hay gente que se sorprende de que una mujer pueda mandar sobre miles de policías y guardias civiles. ¿Ha tenido algún problema por esto?

R. No he tenido problemas por ser mujer. La policía y la Guardia Civil son cuerpos disciplinados y no he detectado nunca directamente el problema-Supongo que alguna vez habrá causado extrañeza o incomodidad en alguna persona, pero no como colectivo.

"Volveré al Ayuntamiento"P. Usted procede del Ayuntamiento de Madrid. ¿No tiene ganas de volver a esa institución que le resulta tan atractiva?

R. Siento añoranza del Ayuntamiento porque es mi profesión y porque tengo un recuerdo estupendo de éI. Desde 1979 a 1987 estuve como jefe de gabinete de Enrique Tierno Galván y Juan Barranco, y esos fueron para mí unos años trascendentales en mi formación y en mi propio trabajo.

P. Parece que está deseando volver a la Casa de la Villa.

R. Indudablemente voy a volver al Ayuntamiento. Es mi profesión. Ahora estoy en la Delegación del Gobierno desempeñando una responsabilidad durante un periodo de tiempo. Pero volveré a ser técnico en administración general del Ayuntamiento de Madrid.

P. ¿No va a regresar al Ayuntamiento como alcaldesa, como se rumoreó este verano?

R. (ríe). Yo soy técnico de la administración general desde 1971. Ese es mi punto de partida y mi punto de destino.

P. A principios de de septiembre hubo en la capital una serie de atentados de los GRAPO. ¿Tiene usted información de que en otoño pueda haber una nueva oleada terrorista?

R. Ahora hay una situación de alerta normal y hay que reiterar las medidas elementales de autoprotección, pero sin que esto pueda marcar el ritmo de vida normal en la ciudad y sin que cause ningún tipo de problemas a los ciudadanos de Madrid, que no tienen por qué ver alterada su vida por medidas excepcionales. Madrid está permanentemente en alerta, no porque reúna condiciones sociológicas que puedan amparar o acunar el terrorismo, sino por la repercusión que tiene cualquier cosa que suceda aquí.

P. ¿Pero estamos en este momento en situación de máxima alerta?

R. Estamos en una situación de alerta. En 1990 ha habido en Madrid un dispositivo preventivo muy importante, que sigue en marcha.

P. En la Comunidad de Madrid hay un importante contingente de extranjeros que están acogidos al estatuto de refugiado político. ¿Quiere comentar esta situación?

R. En nuestra comunidad autónoma hay un porcentaje alto de extranjeros de forma correcta. También hay un porcentaje importante de expulsiones de extranjeros en situación ilegal e ilegalizable. Y 12.000 refugiados por motivos políticos. Estamos intentando acelerar al máximo la resolución de sus expedientes, ya que en la mayoría de los casos las razones alegadas no están suficientemente fundamentadas y sólo entre el 3% y el 5% se resuelven favorablemente."Crear una oficina única"

P. ¿Están mejor las cosas para los que no son refugiados?

R. En 1989 se tramitaron por la Delegación del Gobierno 35.000 expedientes, de los que de expulsiones sólo fueron 1.200 y se ejecutaron realmente 980. El resto fue de regularización de situaciones.

P. ¿Cree que tenemos una buena ley de extranjería?

R. La ley de extranjería es buena. Tiene algunos problemas de ejecución y procedimiento, y se está trabajando en la modificación del reglamento porque las situaciones económicas y laborales de este país han variado. Una buena solución sería crear una oficina única para agilizar todos los procedimientos, para el control de todas las situaciones que se puedan plantear y la resolución rápida de aquellas situaciones que no tengan posibilidad de arraigar en España.

P. Pero las organizaciones humanitarias dicen que la ley de extranjería es dura e insolidaria.

R. Yo creo que los hechos de muestran que no es así. Ahí está el ejemplo de los polacos que vienen a España porque prefieren regularizar aquí su situación mejor que en Francia o Italia.

P. Otros dicen que la ley de asilo y refugio es un coladero.

R. Esta ley, en efecto, es la más flexible de Europa y se presta a encubrir en determinadas ocasiones algún tipo de picaresca y fraude.