Las 40 madres reclusas de Yeserías, trásladadas con sus hijos a la cárcel de Carabanchél
Las reclusas que cumplían condena o prisión preventiva en la cárcel de Yeserías con sus hijos menores de seis años han cambiado de domicilio. Ahora, internas y bebés viven en el antiguo módulo de mujeres terroristas de la prisión de Carabanchel, en el que cunas y canastillas han ocupado el espacio de literas y catres. Madres y niños han sido los primeros en abandonar la vieja cárcel de Yeserías, que, según el director general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, será desalojada en seis meses. para convertirse en una cárcel de régimen abierto para hombres y mujeres.
Moisés no ha salido de la cárcel desde que fue trasladado allí a los pocos días de nacer, hace cuatro meses. Desde hace una semana, Moisés y su hermano Gerardo, de cuatro años, duermen en una cuna y una cama nuevas, después de que Cristina, su madre, fuera trasladada desde la prisión de Yeserías hasta la cárcel de Carabanchel.Allí, en lo que fuera pabellón de mujeres terroristas antes de la dispersión penitenciaria, viven ahora 29 niños con sus madres y media docena de reclusas gestantes que darán a luz a unos bebés que van a pasar los primeros meses o años de su vida entre rejas.
"La situación en Yeserías era penosa; era muy sucia y teníamos que compartir habitaciones pequeñas varias madres con nuestros hijos. Aquí, al menos, tenemos un cuarto indívidual para nosotras y nuestros niños". María, una reclusa de 30 años, madre de Cris, de dos años, está "todo lo contenta que se puede estar" con su traslado a Carabanchel. "Por muy bonito y cómodo que sea, esto no deja de ser una cárcel", afirma.
De la misma opinión es, Rosa, una joven de 19 años que en una semana sale de cuentas de su embarazo., "Quiero que el niño esté conmigo, pero me deprimo al pensar que lo primero que va a ver mi hijo es la verja de la cárcel al volver del hospital".Las reclusas con hijos pueden tenerlos con ellas hasta los seis años, edad en que está estipulada la escolarización obligatoria. Las razones que impulsan a estas mujeres a preferir que sus hijos vivan en la cárcel en vez de fuera de ella son varias.
Trato preferente
"La mayoría no quiere separase de sus niños, otras no tienen a nadie y también están las que intentan beneficiarse del trato preferente que disfrutan los bebés en la prisión", dice Ana Pina, subdirectora de Tratamiento de la cárcel de Yeserías.
Según Pina, a partir de los dos años se intenta que las madres accedan a que sus hijos sean acogidos temporalmentepor familias ajenas a la prisión "para mejorar su convivencia y socialización". A los seis años, la madre debe, obligatoriamente, separarse de su hijo, que será acogido por una de estas familias colaboradoras hasta que la madre cumpla su condena.
La prisión de Yeserías quedará vacía en un plazo de seis meses. En ese periodo, las 350 internas serán trasladadas a la antigua cárcel de jóvenes de Carabanchel, junto al flamante centro de madres.
La vieja cárcel de Arganzuela será convertida en una prisión de régimen abierto tras un lavado de cara -pintura y acondicionamiento-, según señaló. ayer el director general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, quien cifró en 200 millones de pesetas el coste del traslado de las reclusas y la habilitación de su nuevo destino carcelario. Parte de las reclusas de Yeserías ya fueron trasladadas a principios de este año a la cárcel de jóvenes Alcalá 2, dentro del complejo penitenciario de Alcalá-Meco, que será ampliado próximamente -con otro módulo femenino.
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