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LA CRISIS DEL GOLFO

Yemen se debate entre Irak y las monarquías del Golfo

Ángeles Espinosa

ENVIADA ESPECIALCientos de niños yemeníes se han quedado sin maestro como consecuencia de la crisis del golfo Pérsico. Sus profesores, egipcios pagados por Kuwait, han visto rescindidos sus contratos hasta nuevo aviso. El conflicto ha puesto patas arriba las relaciones interárabes. Y Yemen, cogido entre sus lazos de amistad con Irak y su dependencia financiera de las monarquías del Golfo, hace equilibrios diplomáticos por no quedar encerrado en su esquina de la península Árabiga.

"Los últimos sucesos constituyen un punto negro para todas las relaciones interárabes", reconoce el ministro yemení de Información, Mohamed Ahmed Yarjum. "De todas formas, nuestra posición es firme frente a quienes intentan transformar este asunto en un problema interárabe, como desearían nuestros enemigos", precisa.

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A pesar del distinto alineamiento adoptado en la crisis, Yarjum insiste en que "el pueblo yemení respeta al pueblo egipcio y a sus dirigentes" y expresa su confianza en que pronto se acabe con esta situación. En privado, altos funcionarios yemeníes muestran una mayor preocupación por la actitud de Egipto, al que están asociados en el Consejo de Cooperación Árabe (CCA), junto a Jordania e Irak. El Cairo ha sido el único miembro del grupo que ha condenado abiertamente al régimen de Bagdad.

Con o sin guerra, Oriente Próximo y la región del Golfo jamás volverán a la situación previa a la crisis desatada por la invasión iraquí de Kuwait. Éste, es un análisis en el que coinciden todas las fuentes consultadas, tanto por lo que se refiere a las políticas internas de algunos países como, sobre todo, a sus relaciones exteriores. El CCA ha sido la primera alianza en sufrir las consecuencias, al verse obligado a posponer sine die su reunión ordinaria de septiembre.Diferencias con Egipto

"Quiero asegurarle que las relaciones entre los pueblos egipcio y yemení son tan fuertes y profundas que no se ven afectadas por lo que sucede en el área", asegura con tacto el embajador egipcio en Sana, Abdelrahman Chamaa. El diplomático tiene por delante una labor delicada: mantener los lazos a pesar de la diferencia de puntos devista. Con esas miras resta importancia a las recientes manifestaciones antiegipcias frente a su, Embajada y recalca que "no reflejan la opinión yemení hacia Egipto o su política".

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Las palabras de Chamaa son ciertas por lo que se refiere a la gente, pero el nuevo edificio de la representación egipcia, construido con motivo de la integración en el CCA, parece demasiado grande para unas meras "relaciones fraternales".

Maestros, ingenieros y médicos egipcios trabajan desde hace años en Yemen, y no hay indicios de que vayan a dejar de hacerlo ahora, "a excepción de un grupo pagado por Kuwait. La mayor presencia se da en la enseñanza, con 20.000 profesores, de los que 4.000 estaban contratados por el emirato. "Todos están recibiendo un trato correcto", asegura el embajador.

El mismo halo de forzado optimismo exhala el representante kuwaití en Yemen. "Nuestras relaciones con nuestros hermanos de Sana no han cambiado, al contrario, desde la invasión de mi país me reúno más a menudo con los funcionarios de Exteriores", declara el diplomático. El embajador, que con toda seguridad conoce la poca simpatía de los yemeníes hacia los habitantes del Golfo, se afana en, destacar los escasos puntos de coincidencia entre las dos posturas. "A nadie nos gusta la presencia extranjera en la zona, pero la invasión de Kuwait por Irak la ha hecho necesaria", asegura.

A quienes sí les parece que han cambiado las cosas es a los yemeníes. Además de la pérdida de los maestros, Kuwait ha cesado la asistencia al hospital que financiaba en Sana. "Que no nos digan que no tienen dinero cuando están pagando a Turquía para que no deje entrar comida a Irak y costeando el despliegue norteamericano en la zona", se queja un funcionario, poco convencido de los argumentos kuwaitíes. De momento, Yemen se ha hecho cargo del hospital kuwaití, y un decreto presidencial sustituye el servicio militar de los jóvenes con bachiller superior por su trabajo en las escuelas.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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