Suspensión de pagos del constructor canario Juan Amador por más de 4.000 millones

El Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife admitió a trámite la suspensión de pagos del constructor canario Juan Amador, que no ha podido hacer frente a deudas con distintas entidades bancarias por valor de 4.172 millones de pesetas. El principal acreedor es el Banco Santander, con 1.500 millones de pesetas en créditos.

El juez ha dejado sin efecto el embargo de bienes del holding del citado industrial, solicitado por el Santander y Bankinter, al resultar que el activo de Amador Melián (8.175 millones de pesetas) es superior al volumen global de sus impagos."Se trata, simplemente, de un problema de tesorería transitorio que mi cliente sabrá superar con facilidad, declaró Francisco Medina Fernández-Aceytuno, abogado del constructor. La suspensión de pagos afecta a las empresas de las que es titular mayoritario Amador Melián, así como a otras sociedades participadas por él mismo, como Promociones y Construcciones Rodama, SA (PROCOROSA), propietaria de Laguna Park 2, urbanización turística de 1.500 camas; la promotora inmobiliaria Pinar de la Barrosa, SA; Tesui, SA, que posee Laguna Park 1, un apartahotel de 600 camas, e Isamel, SA, sociedad de tenencia de bienes. Todas estas compañías operan en los municipios turísticos de Adeje y Arona, en Tenerife, a excepción de Pinar de la Barrosa, cuyas actividades se desarrollan en Cádiz.

La suspensión de pagos de este importante empresario es la segunda que se produce en pocos meses en Tenerife. El juzgado número 1 de Primera Instancia de Granadilla admitió a trámite recientemente otro expediente similar por 800 millones de pesetas en deudas no satisfechas a la promotora turística Tesur, SA, propietaria de un apartahotel en Adeje. Los observadores económicos de las islas atribuyen este bache a la recesión turística por la que atraviesa el archipiélago.

El presidente del Gobierno canario, Lorenzo Olarte, del CDS, había solicitado a las principales entidades bancarias del país una moratoria para los créditos con fines turísticos, al detectarse que la patronal del sector encontraba dificultades para amortizar sus créditos, cuya deuda global asciende a 100.000 millones de pesetas, según fuentes del ejecutivo regional. Sólo Claudio Boada, presidente del Banco Hispano Americano, ha anunciado públicamente que su entidad accede a aplazar en tres años el pago de ese tipo de préstamos.