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Un colegio construido hace 12 años cierra por ruina

Los alumnos del colegio nacional Dionisio Ridruejo, construido en 1978 en el distrito madrileño de Hortaleza, se han encontrado al volver de vacaciones con que no van a poder empezar allí los estudios correspondientes al próximo curso. Una inspección realizada el pasado mes de julio por una empresa contratada por el Ayuntamiento de Madrid detectó los suficientes fallos de construcción como para ordenar el cierre inmediato del centro por amenaza de derrumbamiento.A menos de una semana del inicio oficial de las clases, niños alumnos, ni sus padres, ni los profesores saben dónde estudiarán este año.

Los problemas comenzaron en enero de este año, cuando se detectaron unas grietas en la estructura del edificio. "Un albañil nos dijo que aquello no le gustaba nada, así que el director dicidió llamar a unos aparejadores para que lo estudiaran", explicó ayer un trabajador del colegio.

Efectuada esta inspección, se decidió cerrar el centro para llevar a cabo unas obras de mejora. "Esas obras estaban calculadas para que el edificio aguantara por lo menos hasta final de curso, pero para hacerlo completamente seguro es necesario realizar otras que llevarán por lo menos seis meses", comentó una de las profesoras del centro.

"Así que, por el momento, el colegio permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, porque hay peligro para los niños; las fachadas se podrían caer", afirmó la docente.

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Un colegio público de Hortaleza, cerrado cinco días antes del comienzo del curso

Viene de la página 1Construido en 1978, el proyecto del colegio recibió en aquel año el premio de diseño arquitectónico. "Es muy bonito, pero tal vez no se utilizaron los materiales adecuados. Ahora, las fachadas están tan combadas que se ve a simple vista; incluso han" tenido que poner unos apliques para evitar que se venga abajo. Hace 10 años, el director de entonces ya denunció que había unas grietas sospechosas, y aquí seguimos", dijo una profesora.

Durante el último trimestre del curso 1989-1990, los cerca de 1.000 alumnos que estudian en el Dionisio Ridruejo desfilaron por los colegios de alrededor, dando clases en aulas que no eran las suyas, con compañeros o profesores que no habían visto nunca. "El año pasado tuvimos que dar clase en otros colegios de la zona y los exámenes de septiembre los hemos hecho en el instituto Hortaleza II", dijo Raúl, un niño que estudia sexto de EGB. Raúl esperaba a la puerta del colegio Dionisio Ridruejo para conocer las notas de sus pruebas de septiembre, sin obtener ningún resultado. El director no estaba y los profesores que había por allí no podían atenderle.

Andrés, padre de dos alumnos del centro, quería los respectivos cuadernos de escolaridad. "Voy a cambiarlos de colegio, y eso que éste está muy bien, pero no los voy a tener en la calle hasta que se resuelva el problema. Lo malo es que a estas alturas sólo quedan plazas en escuelas donde la enseñanza es peor", dijo este padre.

"Este colegio está considerado como uno de los mejores en cuanto a calidad de la enseñanza", afirmó otra profesora, mientras que la madre de una alumna le daba la razón. "Por eso ahora no queremos que nos desperdiguen a alumnos y profesores por otros centros, por que el año que viene se habrá perdido el espíritu de nuestro proyecto de educación".

Sobran plazas

Y es que la solución más fácil, una vez clausurado el edificio, parecía ser repartir a los alumnos por las escuelas de la zona. "Sobran plazas en el distrito", explicó otro padre. La asociación de padres de alumnos (APA) prefiere que se distribuya a los niños en dos o tres bloques, que estudien en el mismo número de edificios, para lo que se reunieron ayer, sucesivamente, con la Dirección General de Educación, dependiente del ministerio, y la Junta Municipal del distrito de Hortaleza "No se ha quedado en nada", concluyó uno de los miembros del consejo escolar.

"Queremos que los niños sigan con los mismos profesores", explicó otra de las madres del consejo escolar de la APA, poco después de que un grupo de padres se entrevistara con Vicente Díaz Zazo, concejal presidente de Hortaleza. "Se ha hablado de llevarlos a la ciudad escolar de la carretera de Colmenar y al colegio Clara Eugenia, que está en la zona, pero entre los dos no hay espacio suficiente para los 1.000 niños. Así, nuestros hijos no van a empezar el colegio el día 16 de septiembre, como los demás", dijo.

"Nosotros apoyamos la decisión de losi vecinos", afirmó Díaz Zazo. "La comisión de escolarización ha de buscar un sistema para que se continúe la línea de enseñanza y no se disgregue al colectivo de alumnos .entre varios centros, aunque la solución ha de ser conjunta con el Ministerio de Educación, al que compete el tema de la escolarización". A los miembros de la asociación de padres les preocupa que, al intervenir varias administraciones, el problema "se pudra".

Mientras tanto, el goteo de padres que acuden a las puertas cerradas del Dionisio Ridruejo para enterarse de lo que está pasando es continuo, porque todo lo que se sabe es por vía de los rumores. "Yo llegué de vacaciones y me encuentro con que el colegio está cerrado, sin que nadie nos mande una carta o nos dé una explicación oficial. ¿Qué hago ahora con mis niñas?", le preguntó un padre al conserje. "No sé, a mí me trasladan, pero, por el momento, a lo mejor me compro un casco", contestó.

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