Unión Láctea Normanda adquiere una participación de la gallega Larsa

La compañía francesa Unión Láctea Normanda ha adquirido una participación de 1.200 millones de pesetas en la industria gallega Larsa, según informó a los sindicatos agrarios el consejero de Agricultura de la Xunta de Galicia, José Manuel Romay. El Gobierno autónomo confia en que esta entrada de capital extranjero pueda iniciar la solución a la crisis financiera que atraviesa Larsa desde hace varios meses.La operación promovida por la Unión Láctea Normanda, una de las principales compañías lecheras francesas que también ha negociado su posible participación en otras industrias españolas del sector, forma parte de una ampliación de capital de Larsa a 3.500 millones de pesetas en la que podrían participar además algunas cooperativas gallegas. Si se culmina esta ampliación, la viabilidad de la empresa podría estar garantizada y su capital. quedaría repartido entre sus actuales propietarios, la Unión Láctea Normanda y las cooperativas gallegas, con un paquete de un 30% de acciones cada grupo. En el restante 10% podría participar también la Xunta de Galicia.

El anterior Gobierno autónomo, presidido por el socialista Fernando González Laxe, concedió a Larsa unos días antes de las elecciones autonómicas de diciembre de 1989 una subvención de más de 700 millones de pesetas. Esta ayuda de la Xunta no fue suficiente para paliar la crisis financiera de la entidad y el actual ejecutivo del PP se ha negado a participar en el accionariado de la compañía, como.solicitaban los sindicatos agrarios, mientras no se garantizase su viabilidad.

La situación de Larsa está repercutiendo gravemente en la economía de unos 25.000 ganaderos que sufren fuertes retrasos en los pagos de sus suministros de leche. Tras la ampliación de capital suscrita por el grupo francés, estos pagos comenzarán ya a normalizarse, según aseguró José Manuel Romay.

Por otra parte, los sindicatos agrarios tienen previsto, a partir de hoy, colapsar las comunicaciones en Galicia durante 36 horas ininterrumpidas para protestar por la crisis que padece el sector lácteo.