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Pavarotti maravilló y anoche en Madrid

Hasta 25.000 pesetas por entrada para ver a uno de los grandes de la ópera

Cuando, a las 22.25 de ayer, el corpachón aerostático de Luciano Pavarotti aspiró aire (arIa) y lo exhaló en las notas de Quanto è bella, quanto é cara, se inició la ceremonia del éxtasis para los miles de personas que casi llenaban el Palacio de Deportes de Madrid. El gran tenor estuvo acompañado en el recital por la Orquesta Sinfónica de la capital, dirigida por Leone Magiera. Entre los asistentes, el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún.

Qué transportes, qué ojos en blanco cuando Pavarotti atacó el Una furtiva lágrima / negli occhi suoi spuntò. Después vendrían composiciones de Verdi, Massenet, Puccini, Bizet, y canciones populares, siempre en ambiente triunfal. Es hombretón extremado, que lo mismo trabaja elfoulard ostentoso en aeropuertos y conferencias de prensa que en plena actuación blande un pañuelo para secarse el sudor.Y el público se le entrega incondicional, porque Pavarotti viene a ser un planetón cuya masa gravitatoria atrae siempre a miles de admiradores y también millones de pesetas, y esa atracción es fatal y contagiosa.

El público de Madrid había pagado entre 2.500 y 25.000 pesetas por bañarse en Pavarotti, y daba igual que el divo cantase con micrófono, que le distorsionaba la voz en detrimento a lo poco que favorecía la acústica de la orquesta.

Mejor que en disco

"Hombre, la verdad es que en disco se le oye mejor, pero lo bueno es verle aquí", era razonamiento mayoritariamente esgrimido en los comentarios del respetable. Y cierto es que a Pavarotti, más que verle, se le divisa a distancia.Las críticas a la acústica del palacio de los deportes de Madrid han proliferado siempre, ya se trate de conciertos de rock, ya de uno de bel canto como el de anoche.

El coloso ha vendido 350.000 copias de su disco Tutto Pavarotti, que además tuvo un eficacísimo lanzamiento publicitario en televisión, y se ha convertido en inevitable discoregalo.

Luciano Pavarotti, además de una voz de aúpa, es eso que ahora se llama un comunicador, es decir, que vende.

Al público incondicional no le defraudó ni en las árias (¡tanconocidas, que hasta Vanessita las tararea ya!), ni en las canciones, porque Pavarotti sale a sudar la camiseta y el frac, y deja el pañuelito hecho unos zorros a base de furtivos torrentes de sudor. A ver quién no valora eso.

El tenor italiano ofrecerá dos recitales durante su actuación en España. Tras el concierto de anoche en Madrid, Luciano Pavarotti cantará también en Barcelona en el estadio Olímpico, el próximo viernes día 8.

La extraordinaria expectación despertada por los concieretos del tenor italiano se acrecentó después del éxito popular que tuvo el concierto que ofrecio junto a Plácido Domingo y José Carreras en Roma durante el pasado campeonato mundial de fútbol, concierto ofrecido por televisión a a todo el mundo.

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