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LA CRISIS DEL GOLFO

Pérez de Cuéllar aclara que su misión es dialogar con Irak, no negociar

El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, inició ayer su decisiva misión diplomática en la crisis del Golfo pasando por París, donde realizó una breve escala antes de continuar su viaje hacia Ammán, en Jordania, donde hoy tiene previsto entrevistarse con el ministro de Asuntos Exteriores de Bagdad, Tarek Aziz. Nada más llegar a la capital francesa, donde se reunió con el jefe de la diplomacia francesa, Roland Dumas, Pérez de Cuéllar subrayó que su misión era la del diálogo, ya que no le correspondía a él negociar con el Gobierno iraquí las decisiones adoptadas por el Consejo de Seguridad. "Son sus resoluciones y las mas" precisó.

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El secretario de la ONU se reúne hoy en Ammán con Tarek Aziz

"No me corresponde a *mí negociar con las autoridades iraquíes las resoluciones", y "no tengo intención de olvidarlas ni de dejarlas de lado. Quiero ser muy claro al respecto", manifestó el diplomático peruano, quien calificó su viaje de "extremadamente difícil y delicado", si bien dijo que no puede "permanecer indiferente" al ver a jóvenes que están esperando la orden de matar."Tengo términos de referencia muy estrechos", puesto que, en tanto que secretario general y servidor del Consejo de Seguridad, "mi misión es obtener la puesta en marcha de las resoluciones adoptadas sin oposición por los miembros del Consejo de Seguridad". En ellas se exige la retirada iraquí de Kuwait, el restablecimiento de su Gobierno legítimo y la liberación de los rehenes extranjeros como condiciones previas para iniciar cualquier tipo de negociación con el presidente Sadam Huseim. Pérez de Cuéllar dijo que no quiere dar la impresión de que la solución está al alcance de la mano", pero consideró que "había llegado el momento de hacer un esfuerzo diplomático, ir a Jordania e intentar entablar el diálogo con las autoridades iraquíes".

Esperanza de éxito

"No estoy seguro de tener éxito, pero obtendré una especie de satisfacción intentando entablar un diálogo". El secretario general, que se declaró "convencido de que no hay ningún ser humano que no sea respetuoso de las otras vidas humanas", explicó que espera contar con el "espíritu humanitario" de las autoridades iraquíes.

Interrogado sobre el anuncio de la liberación de las mujeres y de los niños extranjeros retenidos, Pérez de Cuéllar comentó que "quizá sea un signo de buena voluntad" iraquí, y precisó que la organización que encabeza "intenta ayudar desde el punto de vista logístico a su evacuación".

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Sobre su misión diplomática, consideró que tenía dos tareas, la segunda, "de carácter humanitario", en favor de los rehenes extranjeros. La primera, hacer respetar las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU.

El secretario general de la ONU aseguró también que está dispuesto a entrevistarse con Sadam Husein, "si fuese absolutamente necesario para la causa, que es la nuestra". De otro lado, señaló que, a su juicio, se ha llegado a "dar una nueva vida al concepto de seguridad colectiva, que estaba escrito en la Carta de la ONU y había sido un poco, o demasiado, olvidado".

En París, los analistas políticos destacan ante el viaje de Pérez de Cuéllar a Ammán la "prudencia", "habilidad" y las grandes capacidades de "negociador" del diplomático peruano.

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