Los tres hombres
de negocios condenados por fraude y robo en el llamado caso Guinness -el escándalo que surgió de una OPA que la cervecera lanzó hace cuatro años sobre la alcoholera Distillers- fueron ayer trasladados desde uno de los peores penales del Reino Unido a una prisión abierta .-
* Este artículo apareció en la edición impresa del 0030, 30 de agosto de 1990.