El nuevo director de Arianespace confía en el éxito del próximo lanzamiento del cohete europeo

El lanzamiento, previsto para mañana, del cohete europeo Ariane desde la base espacial de Kuru, en la Guyana francesa, será el primer reto de Charles Bigot, presidente y director general de Arianespace desde el pasado 31 de julio. El último fracaso del Ariane, hace tan sólo seis meses, retrasó el plan de vuelos previsto y comprometió el prestigio, de una empresa europea que controla el 50% del mercado mundial de lanzamientos comerciales. Bigot, de 58 años, niega la hipótesis de un sabotaje en aquel fracaso, que atribuye a un "error humano", y se muestra confiado en el futuro. También asegura que el primer satélite español de telecomunicaciones, Hispasat 1A, será lanzado desde el segundo trimestre de 1992.

El trigésimo octavo lanzamiento del Ariane tendrá por misión poner en órbita dos satélites: uno propiedad de la organización europea de comunicación por satélite, Eutelsat, y otro perteneciente al Ministerio de Defensa británico. El vuelo deberá ser perfecto si se quiere mantener al Ariane IV dentro de los índices de fiabilidad que tienen actualmente sus competidores más inmediatos, los norteamericanos Atlas Centauro y Delta. Pese a que el cuarto y último fracaso de un Ariane está aún reciente, el director de Arianespace confía en superar ese índice a partir de 1995 con el Ariane V, un "salto tecnológico que sacará a la familia de cohetes europeos de la generación convencional creada con tecnologías de los años setenta".El reto que supone la creciente competitividad internacional, especialmente estadounidense y soviética, pero también china y japonesa, no le preocupan a Charles Bigot, cuya actuación será de continuidad con la de su antecesor en el cargo durante los últimos ocho años, Frédéric d'Allest.

Tampoco parece inquietarle que el presidente de EE UU, George Bush, diera la luz verde, el pasado 22 de agosto, a la participación de la empresa USDI, filial de United Technologies, en un consorcio internacional especializado en lo que hasta ahora era exclusivo de Arianespace: el lanzamiento comercial de satélites.

"Somos la única sociedad del mundo que tiene completo ya el calendario de lanzamientos para los próximos cuatro años y, si es preciso, podemos alcanzar un ritmo de nueve a 10 lanzamientos anuales. Tenemos un cohete que funciona muy bien, con una fiabilidad completamente normal; tenemos la mejor base de lanzamientos del mundo y una precisión de inyección que nos suele permitir ofrecer a nuestros clientes un suplemento de vida para sus satélites de varios meses más e incluso de varios años", afirma con seguridad.

Sobre las razones que hicieron fracasar el lanzamiento del Ariane el pasado febrero, Bigot afirma que casi siete meses después "nada está absolutamente excluido, pero nadie puede encontrar una razón para sospechar un sabotaje, mientras que hemos encontrado muchas otras razones para pensar que era un error humano". El error, según Bigot, fue el "olvido" de un trapo que obstruyó el circuito de alimentación de agua en uno de sus motores. Bigot señala que el primer satélite español de telecomunicaciones, Hispasat 1A, podrá ser lanzado "desde el segundo trimestre de 1992, tal y como estaba previsto", ya que en 1991 se habrá compensado el retraso actual. Arianespace fue creada como sociedad privada en 1980 por 50 accionistas europeos de 11 países (entre ellos, España) y tiene un capital de 4.500 millones de pesetas. Hasta la fecha ha realizado 37 lanzamientos y transportado 59 satélites.