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Venezuela rebajará su deuda externa un 20%, en lugar del 50% previsto

Los 450 bancos acreedores de Venezuela acordaron rebajar sólo un 20% de su deuda externa en lugar del 50% que aspiraba el Gobierno de Carlos Andrés Pérez desde hace un año cuando empezó la refinanciación de su débito de 21.000 millones de dólares.Contrariamente a lo que se esperaba con la invasión de Irak a Kuwait, el conflicto petrolero perjudicó la negociación de la deuda venezolana. Los negociadores no supieron aprovechar la circunstancia de aumentar el suministro petrolero y hacer valer su condición de proveedor seguro y confiable para sacar ventajas en la reestructuración de su deuda o por lo menos satisfacer las expectativas creadas.

El resultado del acuerdo de refinanciación está lejos de las previsiones iniciales, Incluso por debajo de lo logrado por México y otros países en el marco del Plan Brady.

De las cinco alternativas del menú de opciones presentado, el equipo negociador venezolano, encabezado por el ministro Miguel Rodríguez, tenía la esperanza centrada en ¡a recompra de la deuda, para la cual había hecho una oferta de 7.000 millones de dólares de donde iban a obtener el 50%. Los banqueros, sin embargo, no se mostraron dispuestos y respondieron sólo con 1.500 millones.

Dinero fresco

En vista de que los precios petroleros subieron y Venezuela va a recibir recursos adicionales, la banca extranjera prefirió escoger la opción de¡ dinero fresco, para la que se dispuso 5.700 millones de dólares, convertidos en inversión para el desarrollo, que signifipa un nuevo endeudamiento para el país.

La única reducción sustancial que logró el equipo negociador fue en el pago del servicio de la deuda. Los bancos aceptaron rebajar un 50% de¡ servicio, es decir, de los 3.100 millones que debe cancelar anualmente por intereses, la cuenta quedará en 1.400 millones incluyendo los de¡ dinero fresco durante siete años de gracia sin amortizar el capital.

El acuerdo definitivo de la refinanciación no ha producido toda la satisfacción esperada, teniendo en cuenta el optimismo que siempre exhibió el ministro Rodríguez. Además de la resignación que se percibe en el mundo económico nacional, los políticos venezolanos se preguntan si valió la pena el duro sacrificio de seguir las recetas del FMI con sus secuelas de la aislación galopante, devaluación de la moneda, parálisis del aparato productivo, desempleo, delincuencia y disturbios y traumas sociales, para haber recibido sólo una rebaja del 20% y una reprogramación de su deuda.

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