Un cabo de la Policía Municipal, asesinado por los atracadores de una joyería en Vallecas

Ángel Antonio Pineda Gómez, de 31 años, cabo de la Policía Municipal de Madrid, resultó muerto a últimas horas de la tarde de ayer a causa de dos disparos en la espalda efectuados por uno de los dos atracadores de una joyería del barrio de Vallecas. El cabo asesinado estaba agotando los últimos minutos de su jornada laboral, ya que hoy, sábado, tenía previsto iniciar sus vacaciones de verano. Otro compañero, Juan Carlos Mateo Izquierdo, sufrió heridas graves, aunque su vida no corre peligro, según fuentes policiales. Vallecas volvió a ser escenario de un nuevo hecho sangriento.

El incidente se inició sobre las ocho de la tarde, cuando un hombre que aparentaba 30 años de edad y una mujer un poco más joven irrumpieron en la joyería Merín, situada en el inmueble número 62 de la avenida de la Albufera. En ese momento se hallaban en el establecimiento Francisco Merín, de 25 años, hijo del dueño, y su cuñado, Carlos Alberto Pavía Gil, de 29 años.Según ha declarado Francisco Merín, "los atracadores entraron aparentando ser unos clientes normales y, después de hacer muchas preguntas, el hombre sacó una pistola. Después", agregó, "obligó a mi cuñado a tirarse al suelo, mientras que la chica me exigía a mí que le diera el género".

La pareja de asaltantes se apoderó de dos relojes de oro de la marca Lotus, además de varios anillos de los denominados solitarios, sellos y medallas por valor de unas 200.000 pesetas. En ese momento, Antonio Ramírez, amigo de los dueños de la joyería, se acercó al establecimiento, como hace diariamente a últimas horas de la tarde. Ramírez vio a los atracadores dentro de la joyería y corrió a pedir auxilio a unos policías municipales que se hallaban colaborando con los bomberos en la señalización de un socavón que se había producido en la calle de Nuestra Señora de las Mercedes, a pocos metros del lugar del asalto.

Tiros por la espalda

El cabo Pineda y el policía Mateo abandonaron rápidamente la misión en la que estaban participando. Al llegar ante la puerta de la joyería vieron a un individuo armado con una pistola, que salía llevando como rehén a Carlos Alberto Pavía.El pistolero abrió fuego sin previo aviso contra los agentes, hiriendo por la espalda al cabo Pineda con dos proyectiles. A continuación se dio a la fuga, junto con la mujer que le acompañaba, y ambos detuvieron a punta de pistola al conductor de un taxi en la calle de Arroyo del Olivar y ambos subieron al vehículo. A continuación se inició un nuevo intercambio de disparos entre los agentes y los fugitivos, hasta que el taxi fue a estrellarse contra otro vehículo en las inmediaciones del cine París.

El atracador, que se hallaba herido por varios disparos, fue localizado en un piso del número 94 de la calle de Miguel Hernández, en el barrio de Palomeras. Su compañera también fue arrestada. Anoche se desconocía la identidad de ambos.

Antonio Ramírez es amigo de Vicente Merín, dueño de la joyería del mismo nombre, que actualmente se encuentra disfrutando de unos días de vacaciones. Ramírez fue alcanzado ligeramente por un rebote de bala y tuvo que ser atendido de un fuerte ataque de nervios en la casa de socorro de la calle de la Concordia.

Carlos Alberto Pavía, que fue utilizado. como rehén por, los delincuentes, sufrió una herida de bala en la mano izquierda, según informó el doctor Serralta, que se hallaba de guardia en el citado centro médico.

Francisco Merín declaró anoche a EL PAÍS que el establecimiento de su propiedad había sido asaltado con anterioridad en otras dos o tres ocasiones, aunque en ninguna de ellas hubo un desenlace tan dramático como el de ayer.

El cabo Pineda había ingresado en el cuerpo de la Policía Municipal de Madrid en el año 1986 y había ascendido a esta categoría en el mes de marzo del presente año. Estaba adscrito a la unidad de seguridad de la zona sureste de la capital. Había contraído matrimonio recientemente con una farmacéutica.