"Como si fuéramos subnormales"

"Parece que fuéramos personas con chupete", se quejaba ayer Pilar, madre de Daniel Sagrado, 19 años, antes camarero que soldado. Desde el miércoles, el cabo madrileño, que comenzó su mil¡ en marzo, está de vuelta a la fragata Santa María. El 17 le confirmaron que tendría que volver de su permiso el miércoles, pero nada más. "Pensó que le mandaban a la guerra", dice la madre, portera de una finca de Madrid. "Nos dicen que están saliendo por ahí. Lo que hacen es un falta de respeto para las familias".Por eso, Pilar dejó un recado en el contestador de la Oficina del Defensor del Soldado: "Llamamos a la Armada y nos tratan como si fuéramos subnormales". "Hay que exigir que las familias puedan hablar con los chavales y que no lleven a la gente del servicio militar obligatorio", contestaba Carlos García, director de la oficina. Ayer, su única línea telefónica estaba a tope. Los tres voluntarios no salieron ni a comer.

Solidaridad

"Recibimos unas 40 llamadas diarias, de padres de soldados destinados o de otros que expresan su solidaridad", comenta Carlos. Entre las recibidas ayer, la de un comunicante anónimo que preguntaba dónde enrolarse para ir a Irak. La oficina ha exigido además a Defensa "que explique la misión que llevan los barcos y que pongan en funcionamiento la oficina de atención a los familiares. Lo más insolidario es mantener a las familias en situación angustiosa".

La Oficina del Defensor del Pueblo recibe el mismo tipo de llamadas. "Suelen expresar su disconformidad con la decisión del Ejecutivo de enviar los buques y se quejan de falta de información", según la adjunta primera al Defensor, Margarita Retuerto. La institución, "que no tiene competencias para intervenir en el mando de la defensa nacional" remite al ministerio de Defensa. A este departamento ha instado el Defensor para que cree una unidad para familiares.

El padre de un marinero de la corbeta Cazadora cree que el secreto con que se llevan a cabo los preparativos en la base de Cartagena es un mal augurio, informa Iñigo Sáenz de Ugarte. Arturo Ricard, comerciante catalán cree que se está jugando con la vida de los hijos. "Sólo con que haya un chaval que muera, ya es un precio demasiado alto para haberlos mandado tan lejos".

Varios marineros afirman que los mandos están pidiendo voluntarios para la fuerza expedicionaria. Un cabo del voluntariado especial, de la Descubierta, especialista en electrónica, se muestra tranquilo. Dice ser "un profesional" tras cinco meses en la Armada. "Vamos en plan de apoyo porque lo que no podemos hacer es ir allá dando caña", y admite la tensión en la que viven muchos marineros: "Los de la mili sienten que está aquí por obligación y comentan que no le interesa nada de todo esto".

La fragata Santa María partió ayer de Rota (Cádiz) para realizar manioobras y pruebas de tiro en los polígonos Costilla y González Hontoria, según informó el mando de la flota a Europa Press.